
La ludopatía, o juego patológico, es una forma de adicción que se instala de manera silenciosa y que afecta cada vez a más personas en Chile, particularmente a jóvenes y mujeres
Aun cuando en muchas ocasiones el juego comienza como una actividad recreativa, de entretención e incluso de socialización, existen muchos casos en los que se transforma en una conducta reiterativa, compulsiva y adictiva, con graves consecuencias psicológicas, sociales y económicas.
Existen múltiples factores que desde la psicología se han asociado al desarrollo de una ludopatía. Entre ellos, algunos aspectos de la personalidad, como una alta impulsividad y la búsqueda de gratificación inmediata, así como elementos del funcionamiento cognitivo, donde se puede creer erróneamente tener algún tipo de control sobre el juego y sus resultados. Asimismo, la presencia de sintomatología previa asociada a la salud mental como ansiedad, depresión y abuso de sustancia, así como la falta de redes de apoyo afectivo y social aumenta el riesgo.
El desarrollo de una adicción al juego puede tener fuertes impactos en la salud mental y emocional, ya que trae aparejado el progresivo deterioro del funcionamiento del sujeto en el ámbito familiar, social y laboral, ya que típicamente, nos encontramos con crisis económicas familiares por deudas y pérdida de patrimonio, conflictos de pareja y aumento de divorcios, problemas emocionales en los hijos, que pueden desarrollar roles disfuncionales y repetir patrones adictivos en la adultez, por mencionar algunas de las problemáticas más comunes.
En términos de salud mental, vemos desde el progresivo aislamiento social y familiar, al desarrollo de sintomatología y trastornos depresivos, ansiosos y del sueño. Estos cuadros pueden escalar hasta el desarrollo de ideación e intento suicida, como vía de escape a la angustiante situación que experimenta la persona.
Algunas señales a las que el entorno puede estar alerta y que pueden ser indicativas de riesgo de desarrollo de una afección como esta podrían ser: el abandono de actividades familiares o laborales, mentiras sobre el dinero o el tiempo dedicado al juego, excesiva irritabilidad o ansiedad cuando no puede jugar, aumento progresivo del monto invertido en apuestas, entre otras. Es importante estar atentos, ya que la detección temprana es fundamental para evitar que la adicción se consolide.
En términos de su tratamiento, los abordajes terapéuticos en adicciones son complejos, requieren una mirada integral del sujeto y un programa especializado y multidisciplinario, en el que se trabaje a nivel individual y familiar.
Podemos señalar que la ludopatía es una afección de salud mental que requiere con urgencia una estrategia de abordaje desde la salud pública. La promoción y prevención, el tratamiento oportuno y la desestigmatización son claves para enfrentar esta problemática que afecta no solo al individuo, sino a todo su entorno.
Valentina Morales Arriagada, Directora Clínica de Atención Psicológica, Universidad Andrés Bello – Sede Concepción