
Este día busca generar conciencia para ocuparse, desde edades tempranas, de algo tan básico e importante como la alimentación
Cada 4 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Obesidad. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022, 2.500 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso. La cifra es igual de alarmante en menores de edad, puesto que el mismo año se registraban más de 390 millones de niños y adolescentes, de 5 a 19 años, con sobrepeso, de los cuales 160 millones eran obesos, según cifras del mismo organismo. El Hospital Dr. Franco Ravera Zunino (HFRZ) realiza un trabajo diario en entregar una alimentación adecuada a los pacientes hospitalizados.
“La obesidad hoy en día es una pandemia que afecta a la población en todo el mundo, sobre todo en las primeras etapas de la infancia y eso genera, a futuro, enfermedades crónicas no transmisibles -como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y renales- y es un gran riesgo que ejerce en la salud de la población”, afirma Camila Burgoa, nutricionista jefa del Servicio de Alimentación y Nutrición del HFRZ. La profesional agrega que “el peso se usa como indicador de obesidad para diagnóstico, pero la obesidad en sí, también se cataloga en altos niveles de grasa en el cuerpo”.
Con respecto a las labores del recinto hospitalario, la jefa del Servicio de Alimentación y Nutrición enfatiza en que están guiadas por las guías alimentarias, recomendaciones del Ministerio de Salud (MINSAL). En ellas, según palabras de Burgoa, “nos dicen como la población se debe alimentar para no caer en esta obesidad, para tener un estado nutricional normal y una buena calidad de vida. Como hospital nos apegamos a las guías, trabajamos y planificamos la alimentación para nuestros usuarios en base a estas guías.”
Las guías, disponibles en el sitio web del MINSAL, fueron actualizadas durante el 2024 y están enfocadas en la prevención y control de la malnutrición. En ella se recomienda consumir verduras, frutas, granos, lácteos, carnes, legumbres y huevos y menor medida aceites. Todo esto, acompañado de actividad física diaria y consumo de agua.
La nutricionista Camila Burgoa, también hace hincapié en que “los hábitos alimentarios se crean hasta los cuatro años, el foco está en la primera infancia”. En esta etapa, según sus palabras, es importante que los infantes no consuman ni azúcar ni sal.
Esto es importante si miramos las estadísticas de la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, en las que se muestra que en nuestro país hay cerca de 444 mil obesos mórbidos, más de cuatro millones de obesos y 12 millones de adultos sedentarios.
Por último, recomienda “tres porciones de fruta y dos porciones de verduras al día, consumir pescado mínimo dos veces a la semana, que “ayuda a ajustar los niveles cardiovasculares de colesterol bueno, malo, omega 3 y 6”. También son relevantes y necesarias las carnes magras, dos a tres veces por semana y las legumbres, dos veces a la semana. Por último, destaca dos puntos. Consumir cerca de 35ml de agua por kilo de peso ideal sumado a 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
El llamado es a adecuar la dieta diaria a estas recomendaciones, preferir los alimentos naturales y dejar de lado los ultra procesados y que presenten los sellos de advertencia