
A través de una misa conmemorativa, el establecimiento rindió homenaje a quienes este año donaron sus órganos. En la ceremonia, cada familia recibió un árbol en memoria de su ser querido, un gesto que transformó el dolor en esperanza
El auditorio del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino se llenó de silencio y emoción. Este 29 de septiembre, posterior a la conmemoración del Día Nacional del Donante de Órganos, la Unidad de Procuramiento realizó una misa en honor a las personas que este año entregaron el regalo más valioso: la vida.
En la ceremonia, a cada familia se le entregó un árbol, símbolo de memoria y esperanza, para recordar que los órganos donados se convierten en raíces de nuevos comienzos.
“Estas iniciativas logran conectar con las emociones, empatizar y entender que este es un acto muy valiente. Cuando se comprende que la donación de órganos es un gesto humanitario, la percepción cambia: ya no se ve solo como una pérdida, sino como la posibilidad de ayudar y recibir cuando lo necesitemos”, expresó Álvaro Becerra, presidente de la Fundación Cambiemos la Historia.
Asimismo, Maribel Gutiérrez, madre de un joven donante, recordó parte de lo que fue vivir este proceso: “Es un momento muy difícil, pero no podemos ser egoístas. Aunque tengamos el dolor tan grande de perder a un ser querido, debemos pensar que esos órganos no pueden perderse en un cementerio, sino dar más vida a quienes lo necesitan”.
Raúl Alberto Pérez Torres, padre de otra donante, también encontró en la ceremonia un espacio de consuelo. Así aseguró que, si bien “ha sido duro, estas actividades ayudan a sanar. Al principio no sabía que mi hija ya había decidido donar. Cuando lo supe, quedé tranquilo. Ahora hago un llamado a todas las familias a ser generosos. Es hermoso dar vida a los demás”.
El homenaje no solo fortaleció a las familias en duelo, también sembró en la comunidad un llamado urgente: hablar más de donación de órganos, educar y sensibilizar. Tal como enfatizó Becerra: “Los números han crecido, pero todavía hay muchas personas esperando un trasplante. Ojalá logremos tomar este tema con mayor naturalidad, porque donar es ayudarnos entre todos”.
En cada testimonio, en cada árbol entregado, quedó la certeza de que, detrás de la pérdida, florece la vida.