
Durante el juicio, los informes de daño psicológico y social presentados por el equipo técnico del Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos (CAVI) fueron aceptados como evidencia clave
Una de las condenas más altas obtenidas en los 23 años de existencia del Centro de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos (CAVI) de Rancagua fue dictada esta semana por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, que sentenció a presidio perpetuo simple a un hombre por los delitos reiterados de abuso sexual y violación impropia cometidos contra su hija menor de edad.
La víctima y su familia accedieron en 2023 a la atención reparatoria integral ofrecida por el centro, lo que permitió sostener tanto el acompañamiento psicológico y social como la asesoría legal durante todo el proceso judicial.
El condenado recibió además las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos u oficios públicos, pérdida de derechos políticos de por vida y cinco años de vigilancia posterior al cumplimiento de la condena.
Durante el juicio, los informes de daño psicológico y social presentados por el equipo técnico del CAVI fueron aceptados como evidencia clave. Los profesionales del centro, provenientes de las áreas legal, psicológica y social, también comparecieron ante el tribunal para respaldar la gravedad del caso y reforzar la dimensión del daño causado a la víctima.
Respecto de la intervención del CAVI Rancagua, el abogado querellante a cargo de la causa Manuel Poblete manifestó: «El caso fue atendido por los profesionales del centro en sus tres áreas: legal, psicológica y social, además las profesionales de las áreas psicosociales se incorporaron como peritos, con sus respectivos informes de daños, cubriendo así todo el proceso de reparación integral en las distintas instancias, integrando además el acompañamiento permanente hacia la víctima y su familia en todo el proceso siendo asistidas por un profesional del área psicosocial en la instancia de juicio oral, de manera de potenciar el trabajo de fortalecimiento de la víctima, evitando la victimización secundaria, propio del trabajo de intervención de CAVI».
Este fallo refuerza el rol de los centros de atención integral en los procesos judiciales de alta complejidad, y sienta un precedente importante en la lucha contra los delitos sexuales cometidos contra menores de edad.
Cabe destacar que los Centros de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos son entidades especializadas de la Corporación de Asistencia Judicial abocadas al área penal procurando la reparación integral de una víctima,
Asistencia jurídica, psicológica y social
Los Centros de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos (CAVI) tienen por objetivo representar judicialmente a las víctimas y contribuir a su proceso de reparación del daño causado por el delito, mediante una intervención integral desde las áreas jurídica, psicológica y social.
Los CAVI están a cargo de la Corporación de Asistencia Judicial Metropolitana y brindan atención gratuita, confidencial y especializada, constituyéndose como querellante en materias relacionadas con delitos como robo con violencia e intimidación, lesiones graves gravísimas, homicidios, cuasidelitos de homicidio y lesiones, secuestros, delitos sexuales en todas sus manifestaciones, lesiones graves y delitos sexuales en contexto VIF.
El acompañamiento de la víctima y el rol activo de esta en el proceso penal es distintivo del modelo, logrando que su paso por la plataforma jurídica adquiera un matiz en la línea de la reparación facilitando así los procesos propios del sistema que acompañan al delito.