
La vida siempre te da enseñanzas y no hay mejor explicación que los efectos de tus actos
Cuando Abumohor, decidió comprar O’Higgins, su única y primera promesa, fue señalar que el club llegaría a lo más alto del fútbol chileno. Y si bien demoró casi una década en lograrlo, el éxito de la gestión quedó a la vista.
Nunca en la historia, y más allá de temporadas soleadas y equipos vistosos, con jugadores que aún sienten ser dueños del pasado, la institución jamás creció a los niveles exponenciales que hoy ostenta.
¿Y qué tienen que ver estos antecedentes con el momento actual?. La respuesta es, ¡todo!. Nada de lo que sucede, es consecuencia del fruto escrito por aquellos que compraron una renoleta y la transformaron en un sedan bonito, “paradito” en latas, con buen motor y certificado de gases al día.
La “Celeste” lucha por su trabajo y puntos, acceder en 2025, no solo a recorrer sudamérica, sino que se ilusiona con caminar a pasos libertadores por el continente.
Resistidos y congelados; criticados y en medio cambios drásticos; el plantel ha sabido llevar la campaña de forastero en una ciudad (San Fernando), que nos abrió las puertas con benevolencia y gratitud, que toda la vida agradeceremos, porque no solo entregaron las llaves de su estadio, sino además, nos convirtieron en invictos como local.
¿Es sueño o verdad lo que estamos apreciando?. Empíricamente comprobado que la existencia es día y día y que el futuro no surge en las mentes que se proyectan sin sentido. El presente indica que el equipo de Meneghini es práctico y austero. Es justo y necesario. No le sobran aptitudes ni adolece de grandes carencias. Se acerca a los objetivos y cumple con sus propias predicciones.
Tras largos años de agonía, la camiseta se impone por resultados y no por agoreros destructores. Las soluciones, a veces, están a la mano y nadie se da cuenta. El amor y la felicidad, son sensaciones temporales, como un gol de último minuto, pero que se gozan como orgasmos en fin de semana. Vamos O’Higgins, bienvenido a casa, de regreso a Rancagua.