El programa abre posibilidades a las mujeres a un desarrollo laboral con lo que aumentaría su bienestar, su seguridad, empoderamiento y autonomía integral
“Hace años que no estudiaba y de cómo se hacía antes a como es ahora, es totalmente distinto” cuenta Carmen Urrea Silva de Machalí, quien en las tardes se conectaba desde su computador a la plataforma del taller educacional ‘Cumpliendo un Sueño’, espacio que le entregará el certificado de cuarto medio completo para así desenvolverse de mejor manera en el ámbito laboral.
“Fue una bonita experiencia, al principio estaba que lo tomaba y no, por miedo a que no me alcanzara el tiempo, pero mi familia me motivó a estudiar. Matemáticas fue lo que más me costó, pero mi hija que está en cuarto medio me apoyó mucho. Yo no quería estudiar porque trabajo, hago miles de cosas y pensé que el tiempo no me iba a alcanzar y cuando vi las materias dije esto no es para mí; pero mi hija me dijo mamá esto si es para ti”.
La emprendedora que hace empanadas, almuerzos, pan de pascua y otras delicias en Machalí, expone que el haber terminado su cuarto medio fue “Una experiencia bonita, estoy muy agradecida por la ayuda, la profesora que tuvimos fue muy buena. Feliz porque ya terminé. Esto era para mí”, dice Carmen Urrea ahora convencida y orgullosa de su logro.
“CUMPLIENDO UN SUEÑO”
En el contexto la pandemia y crisis sanitaria, el mes de junio Fundación PRODEMU junto con Compromiso País y otras entidades privadas, realizó un proceso para contribuir a que las mujeres adultas que han desertado el sistema educacional finalicen su educación a través de la nivelación y validación de estudios llamado “Cumpliendo Un Sueño”.
Esto considerando que, según los datos del Centro de Estudios de Género de la institución, un 41,67% de 60 mil mujeres de esa institución no ha concluido su formación de enseñanza media. En el caso de las mujeres rurales esta cifra es aún mayor, siendo un 44,1% de las mujeres de la institución las que no han terminado la educación media, generando que sea un tema tabú.
Existen diversas razones por la que las mujeres abandonan su formación de enseñanza media; deberes en las labores domésticas y de cuidado, embarazo temprano, problemas familiares, necesidad de generar ingresos, entre otros. Esta problemática dificulta sus posibilidades de ingresar al mercado laboral dependiente, acrecentando por la desigualdad social y la brecha de género.
Dada la contingencia sanitaria que vive el país, el aprendizaje fue realizado a distancia, por lo que las mujeres han contado con una plataforma de formación virtual donde encuentran los contenidos de cada unidad, así como ejercicios y evaluaciones para que al final de la intervención ellas opten al título que está certificado por el Ministerio de Educación.
En la región de O’Higgins hubo 120 mujeres inscritas para participar del proceso de nivelación y validación de estudios para fines laborales. 50 en Cachapoal, 28 en Cardenal Caro y 42 en Colchagua. En esta línea la directora de PRODEMU, Nessy Moratelli Solar sostuvo “Este programa es una gran contribución a ir disminuyendo la brecha educacional que existe en nuestro país, especialmente en las mujeres. Esta validación de estudios tiene fines laborales y contribuye al proceso de empoderamiento de las mujeres, mediante la generación de un espacio de reconocimiento de sí mismas como trabajadoras, el desarrollo de competencias de empleabilidad y proyección para su inserción laboral dependiente”, argumentó.
“PARA MÍ FUE UN LOGRO INMENSO”
Susana Cabezas de Quinta de Tilcoco fue una de las 120 mujeres que se atrevieron a tomar cuadernos, lápiz y ponerse nuevamente a estudiar “Volver a reactivar la cabeza para poder terminar los estudios que es algo tan importante, como mujer es sentir que tiene un logro cumplido de sacar tu cuarto medio. Para mí fue un logro inmenso, me siento orgullosa, que te entreguen las herramientas para poder sacar cuarto medio laboral fue genial, una linda experiencia y agradecida de poder tener ahora estas herramientas que me han ayudado bastante”, asegura.
La dirigente social de Quinta asegura que su experiencia fue grata “porque retomar los estudios después de tantos años es raro. Los tomamos online y todas las semanas tenía reunión con las cinco compañeras más la profesora tutora”; sin embargo, no oculta en decir que tuvo dificultades en el camino “el ramo que más me costó fue matemáticas, fue horrible, porque algebra, ecuaciones, es algo que uno no ocupa; con multiplicar, dividir, sumar y restar yo soy feliz, pero tuve que estudiar más”.
Un logro que valora Susana y que recomienda para que otras mujeres cumplan sus metas “se los recomiendo a otras mujeres para que tengan este logro”.
En tanto, para Doris Guerrero de Pichidegua, ésta “ha sido una experiencia muy bonita, porque a esta edad es difícil que entren muchas materias, pero le hemos puesto mucho empeño. Para mí los estudios fueron un apoyo psicológico, porque estuve muy mal de ánimos y el equipo siempre dándonos ánimos, una experiencia muy bonita”, sostiene.
Doris estaba preocupada, porque en su trabajo le exigen antecedentes educacionales al día, por lo que agradece la oportunidad “ya había terminado cuarto medio con exámenes libres a los 21 años, pero en el año ‘93 me perdieron el certificado y no me quedé con un respaldo. Cuando entré a trabajar de manipuladora de alimentos estaba muy preocupada porque en marzo nos exigen el certificado de cuarto medio y me cayó del cielo esta enseñanza media laboral”, asegura.
La estudiante que ya rindió sus exámenes anima a otras mujeres que no se aventuran a dar el paso “que se atrevan, porque hay mucho apoyo para cumplir los objetivos”, finaliza.