Ahí el secreto es la organización, que es un compromiso de los padres y apoderados con la vuelta al colegio de los niños y adolescentes
Tras unas largas vacaciones, los estudiantes vuelven a la carga, con el deber de estudiar y reestablecer los horarios predispuestos por los padres antes de salir de vacaciones. Empezar a levantarse un poco más temprano, tomar los cuadernos y libros para pegar una “repasadita·”, es lo ideal antes de retornar a las aulas. Así lo aconseja Enrique Orellana, Sicólogo infanto juvenil del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO).
De esta forma la tensión de volver a clases no afectará la salud de los más pequeños de la casa, “los padres –explica el psicólogo- no deben dejar que el tiempo se venga encima, hay que regular los tiempos por lo menos un par de semanas antes de que los niños entren al colegio, se deben acostar y levantar más temprano, además debemos conversar con ellos como se puede enfrentar este nuevo desafío de la vuelta clases o simplemente un cambio de colegio, que trae consigo muchas interrogantes para los estudiantes”.
El profesional manifiesta además que “los niños deben comprender la importancia del regreso al colegio, además de ser una instancia de mucho compartir alegrías con sus amigos y compañeros, siempre explica el sicólogo debe haber una orientación muy respetuosa”.
Es claro en recalcar que “el cambio de rutina debe ser gradual para no afectar demasiado a los niños, y así los organismos se adapten de manera positiva al rol de estudiante que nos acompañará por bastante tiempo en nuestra vida y que debemos aprovecharla al máximo para que nos rinda buenos frutos”.
Otro factor a destacar en este cambio de rutina es el sueño, muy importante para no estar pasando por períodos intensos de adaptación al horario escolar. También es muy relevante volver a ordenar las comidas, durante la época estival la alimentación de todos los miembros de la casa varía notablemente y en especial la de los niños, por lo que es recomendable empezar a ordenarlas antes de la vuelta a clases, manteniendo una alimentación sana y saludable, que les proporciones la energía, vitaminas y minerales que necesitarán nuestros niños para enfrentar clara y decididamente los nuevos aires de la educación.