En el cultivo de ajos, la semilla es la base para obtener una producción de calidad, que permita expresar todo el potencial de la planta.
La propagación del ajo se realiza en forma vegetativamente, utilizando el diente como estructura reproductiva, y para ello los productores generan sus propios “dientes-semillas” guardando material de su cosecha, temporada tras temporada; práctica que favorece la diseminación de enfermedades causadas por hongos y nemátodos y además perpetúa las infecciones causadas por virus.
Este fue el tema tratado in extenso, durante el Día de Campo que se realizó la semana pasada en dependencias del INIA Rayentué, en el marco de las actividades, de transferencia tecnológica, del proyecto “Valorización y diversificación del Cultivo del Ajo”, que ejecuta este Centro Regional de investigación, con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad del gobierno regional de O’Higgins.
Los virus son los principales causantes de problemas asociados a bajos rendimientos en el cultivo de ajo, así lo señaló a los asistentes, la doctora Mónica Madariaga, coordinadora del mencionado proyecto, agregando que para mejorar los rendimientos y calidad de los bulbos, es primordial contar con semillas de buena calidad sanitaria. En la oportunidad, los agricultores vieron en los ensayos establecidos, las diferencias en el desarrollo fenológico de las plantas producidas con semillas no tratadas, versus el vigor de las plantas obtenidas de dientes-semillas libres de virus.
En ese contexto, y como parte de la ejecución del mencionado proyecto, las primeras plantas libres de virus generadas, por INIA, tuvieron su primer ciclo de cultivo en campo, bajo malla anti-áfidos, durante la temporada 2018 y sorprendieron por su calibre y peso promedio, los cuales fueron de 65mm y 97grs. respectivamente con un 42% de bulbos de calidad extra flor.
Este material, explicó la profesional, es el inicio de dos maternidades implementadas, una en INIA Rayentué y otra en el Centro Experimental INIA Hidango, comuna de Litueche, las que serán la base para que los productores inicien un cultivo de calidad libre de virus.
Cabe señalar que de acuerdo a una comparación realizada de peso y calibre de bulbos cosechados en distintos predios de la Región (temporada 2018) versus resultados obtenidos en ensayos establecidos en INIA Rayentué con dientes-semilla libres de virus, los rendimientos podrían verse aumentados en aproximadamente 48% y valores cercanos al 100% de la producción estaría bajo estándares de calibre que aplicarían para exportación.