La investigación, financiada por fondos FIC del Gobierno Regional de O´Higgins, está a cargo de la académica del Instituto de Ciencias Agronómicas y Veterinarias, Dra. Paula Irles
Con el objetivo de mitigar el impacto económico y social ante la llegada de la plaga Drosophila suzukii a la región de O´Higgins, la académica del Instituto de Ciencias Agronómicas y Veterinarias (ICAV), Dra. Paula Irles, lanzó oficialmente el proyecto “Transferencia: Drosophila suzukii, mitigación económica y social mediante una estrategia de difusión y manejo integrado”, en el Auditorio del Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins (UOH).
Durante la jornada, a la que asistió el director regional del SAG, Luis Rodríguez, representantes de servicios públicos del agro, agricultores y profesionales del sector agropecuario regional, se abordaron distintos aspectos, como la identificación de la mosca de alas manchadas, Drosophila suzukii, factores de riesgo, soluciones para enfrentar la plaga, entre otros, mediante exposiciones del encargado de Protección Agrícola y Forestal del SAG O’Higgins, Claudio Moore; el investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), del Ministerio de Agricultura, Luis Devotto; y la propia encargada del proyecto, Dra. Paula Irles.
“Este proyecto, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O´Higgins, busca entregar herramientas a los productores para enfrentar la llegada de la plaga Drosophila suzukii antes que se instale y comience a causar daños económicos”, y de esta forma “no repetir los patrones de lo que ha pasado en otros países del mundo”, explicó la Dra. Irles.
“La idea es que cuando la plaga se instale en la región el productor esté capacitado para poder monitorear de manera autónoma, identificar posibles sospechosos, que en la región haya instaladas capacidades técnicas para recibir las muestras, y que de esa forma, conozca los planes de manejo que puede hacer en función de su huerto, conociendo los factores de riesgo y las medidas que puede tomar de forma preventiva y luego de forma curativa, en caso que se vean enfrentados a un daño”, agregó la académica del ICAV.
El objetivo del proyecto se condice con el análisis del investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Quilamapu, Luis Devotto, quien explicó que “la llegada de Drosophila suzukii va a cambiar la forma de cómo enfrentar las plagas, ya que cada productor necesita ‘un traje a la medida’, cosa que sólo puede lograrse contando con mucha información”, por lo cual “cobra gran importancia la ejecución de esta iniciativa por parte de la UOH, SAG y el GORE, que espero que se replique en las regiones de más al sur”.
Por su parte, el encargado de Protección Agrícola y Forestal del SAG O’Higgins, Claudio Moore, valoró el aporte que traerá esta investigación y destacó que el trabajo que se realiza en esta investigación debe ir de la mano con la labor que ejecuta el SAG. “(Este trabajo) es clave, en términos de la alianza que deben tener los servicios públicos como el SAG con el mundo académico para dar una solución concreta a aquellos productores que se puedan ver afectados por la presencia de esta plaga”.
Respecto a las cifras de Drosophila suzukii en la región de O’Higgins, Moore aclaró que “hoy estamos en una situación ideal. La plaga no está presente, solo tenemos algunas capturas de adultos en trampas, eso significa que la plaga no está establecida en los cultivos, sino que son capturas producto del traslado de fruta afectada desde la zona sur del país”.
Sin embargo, Devotto advirtió que, de presentarse la plaga en la región de O’Higgins, “el impacto puede ser muy alto en términos de destrucción de fruta y por ende de pérdidas económicas, tal como ha ocurrido en zonas de clima semejante, California (EE. UU.) por ejemplo”.
Por su parte, la Dra. Paula Irles advirtió que “la Drosophila suzukii no se ha instalado en la región, pero ha llegado. Se han detectado ejemplares en estado adulto en trampas, eso significa que la mosca estaba de paso o no pudo poner huevos, pero en el fondo ha llegado. Por ello, el conocer de qué se trata y las forma de resguardar los cultivos es esencial, especialmente porque creemos que esta temporada se podrían levantar los primeros casos en O’Higgins, por eso es que ya estamos monitoreando más de 35 huertos en la región en cuanto a trampas y muestreo de fruta”.