Se estima la elaboración de, aproximadamente, 300 dispositivos en abril
Entre todas las crisis que se han generado en torno a la pandemia por coronavirus, ha destacado la escasez de insumos médicos para el personal de salud, el que se arriesga día a día por bajar la temida curva de contagio y muertes en nuestro país y el mundo. Ante esta situación, la Universidad de O’Higgins no ha quedado ajena, y a través de sus escuelas de Salud e Ingeniería, dispuso del equipamiento tecnológico, los recursos humanos y financieros para la fabricación de Pantallas de Protección Facial (PPF), para apoyar a la red hospitalaria del país y, sobre todo, de nuestra región.
Según explica Sergio Sepúlveda, director de la Escuela de Ingeniería UOH, “el proyecto consiste en la fabricación de soportes de Pantallas de Protección Facial a través de impresoras 3D, en los cuales se coloca una mica desechable de fácil acceso en el comercio y en que los soportes pueden ser reutilizados. Para ello se han dispuesto dos impresoras 3D de los laboratorios de la Escuela de Ingeniería, junto con los equipos computacionales e insumos necesarios”.
Cabe destacar que, en un inicio la fabricación de PPF estará a cargo de un equipo compuesto por un técnico y dos estudiantes de Ingeniería Civil Mecánica, mediante un sistema de turnos, bajo la supervisión técnica de la encargada de laboratorios de la Escuela de Ingeniería, Karina Ávila, y la coordinación y asesoría de la directora de la Escuela de Salud, Estefanía González. Asimismo, la administración del proyecto está a cargo del director de la Escuela de Ingeniería, Sergio Sepúlveda.
Dada la contingencia, el equipo de la UOH estima poder alcanzar una producción de alrededor de 70 a 80 PPF por semana, para de esta manera llegar a las 300 unidades, aproximadamente, en el mes de abril. Estos dispositivos serán distribuidos mediante la coordinación con el Servicio de Salud regional, a aquellas unidades que más lo requieran.
Pantallas de Protección Facial (PPF)
De acuerdo con la directora de la Escuela de Salud UOH, Estefanía González, la pantalla de protección facial (PPF) “consta de una lámina transparente de PVC de 200 micrones, la que actúa como un escudo facial o “face shield”. Dicha máscara cubre toda la región del rostro, e impide el contagio del virus de persona a persona mediante secreciones, fluidos y micropartículas”.
En cuanto a su durabilidad, las láminas de protección son efectivas durante todo el día, ya que no se rompen o humedecen, por lo que son un gran complemento a las mascarillas quirúrgicas. Según comenta Estefanía González “la mascarilla debe quedar por detrás de la PPF, la cual al no tener contacto directo con personas contagiadas podrá durar más tiempo. Tiempo extra que es muy valioso, ya que las mascarillas quirúrgicas hoy escasean en muchos servicios de salud y en algunos no hay stock disponible para sus funcionarios”. Es importante recalcar que la PPF, al ser un escudo protector, no debe tocarse y tiene que ser desinfectada, considerando que la lámina o mica puede cambiarse las veces necesarias.
La iniciativa se enmarca en el proyecto FABTEC Covid19, que agrupa a distintas universidades y organizaciones civiles del país, que cuenta con el apoyo de las Secretarías Regionales Ministeriales de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Macro Zonas Centro-Sur y Sur). El objetivo es poner a disposición conocimientos e infraestructura para apoyar con soluciones tecnológicas en la emergencia de salud pública que enfrenta el país.