Una vez ejecutoriado el fallo el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Francisco Javier Orellana Vidal a la pena única de 10 años y un día de presidio
efectivo, en calidad de autor de dos delitos consumados de robo con fuerza en las cosas en lugar habitado. Ilícitos perpetrados en abril y junio del
año pasado, en la comuna de Coltauco.
En fallo unánime (causa rol 509-2018), el tribunal -integrado por los magistrados Paulina Chaparro Bossy (presidenta), Piedad del Villar Domínguez y Felipe Cortés Ibacache (redactor)- aplicó, además, a Orellana Vidal las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, más el pago de las costas del proceso.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que aproximadamente a las 4 horas de la madrugada del 16 de abril de 2018,
Orellana Vidal, en compañía de un hombre y una mujer, concurrió hasta el domicilio de la víctima ubicado en pasaje Los Olivos de la comuna de
Coltauco, «ingresando a éste para lo cual el imputado lo hizo escalando el cierre perimetral, una pandereta, y una vez dentro procede a sustraer un
cilindro de gas de propiedad de la víctima, el cual mantenía en patio de la
vivienda, entregándoselo al sujeto que estaba fuera del inmueble, mientras la mujer observaba que nadie viniera, para posteriormente salir de la misma forma, dándose a la fuga con la especie citada».
En tanto, en horas de la madrugada del 18 de junio de 2018, Orellana Vidal concurrió hasta un inmueble ubicado en calle Los Cipreses, sector Loreto, comuna de Coltauco, «lugar donde procedió a cortar una hebra del alambre de la malla del cierre perimetral del frontis de dicho domicilio, para luego hacer un forado en el mismo, ingresando al antejardín, desde donde sustrajo un cilindro de gas, retirándose de dicho lugar con la especie en su poder».