Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de San Fernando condenó a Marcelo Antonio Torrealba León a la pena de 3 años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual lapso, en calidad de autor del delito consumado de abuso sexual de mayor de 14 años. Ilícito perpetrado en enero del año pasado, en la comuna de Chimbarongo.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Marcel Yáñez Cabello (presidente), Felipe Cortés Ibacache y Patricio Acevedo Silva (redactor)– aplicó, además, a Torrealba León las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena; más al pago de las costas del proceso.
Asimismo, el tribunal determinó que el acusado deberá cumplir con las siguientes condiciones: a) residir en el domicilio indicado en la presente causa, sin perjuicio de poder cambiarlo si es autorizado previamente por Gendarmería; b) sujetarse al control y vigilancia del respectivo delegado a cargo de plan de intervención; c) la obligación de ejercer un oficio o empleo remunerado bajo las modalidades que determine dicho plan, y e) la prohibición de aproximarse a la ofendida.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que el 1 de enero de 2018, la víctima, mayor de 14 años a dicha fecha, se encontraba en la oficina de la central radial de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos, ubicada en Calle Carmen Larraín de Chimbarongo, donde también estaba Marcelo Antonio Torrealba León, quien, luego de conversar con la víctima, se sentó a su lado y comenzó a abusar de ella. Para intimidarla, el imputado cerró la puerta de la dependencia con seguro, y le pidió que se quedara tranquila. En un momento de descuido, la víctima logró levantarse, quitar el seguro y salir del lugar.