El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Juan Enrique Soto Aránguiz a la pena de 5 años y 1 día de presidio efectivo, en calidad de autor del delito tentado de robo con intimidación
En fallo unánime (causa rol 214-2020), el tribunal –integrado por los magistrados Luis Fredes Hernández (presidente), Gloria Calvo Godoy y Rocío Castelló Cordero (redactora)– aplicó, además, a Soto Aránguiz las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena.
Asimismo, el sentenciado deberá purgar dos penas de 541 días de presidio, más las accesorias de suspensión para cargos u oficios públicos durante el tiempo de las condenas, en calidad de autor de dos delitos consumados de lesiones menos graves a funcionarios policiales en servicio.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que alrededor de las 10.30 horas del 28 de octubre de 2019, Soto Aránguiz ingresó a la propiedad de C.A.P., saltando el cierre perimetral del inmueble y, una vez en el interior, procedió a utilizar una herramienta (picota) como palanca para abrir la puerta principal de la casa. Una vez en el segundo piso, lugar donde se encontraba la víctima, en compañía de su hija menor de 4 años de edad, Soto Aránguiz procedió a amenazarla con un cuchillo, el cual colocó en su cuello y pecho señalándole “pásame la plata y la escopeta”. En un instante de descuido, la víctima le pasó el teléfono celular a su hija, quien procedió a llamar a su abuela y esta, a su vez, a Carabineros.
Posteriormente, funcionarios de Carabineros llegaron hasta el domicilio del condenado, quien intentó huir, pero el personal uniformado logra darle alcance. En una primera instancia el cabo segundo Vejar Arias, a quien Soto Aránguiz le causa lesiones con cuchillo, de carácter menos grave, dándose a la fuga nuevamente. Huida que fue frustrada finalmente por el carabinero Vejar Arias, quien hizo uso de su arma de servicio, hiriendo al prófugo.
Trasladado al Cesfam de la comuna de Codegua, el cabo segundo José Hernández Fernández hizo subir a Soto Aránguiz a una camilla, momento que aprovechó el sentenciado para propinarle un puntapié en el costado izquierdo de la cabeza, ocasionándole lesiones de carácter menos graves, consistentes en hiperemia conjuntival con edema y equimosis leve ipsilateral, con movimientos oculares conservados de carácter menos graves.