Una nueva instancia de participación lanzó Tenemos que Hablar de Chile, la plataforma de conversación y encuentro ciudadano impulsada por la Universidad de Chile, la Universidad Católica y 41 organizaciones, junto a un equipo de 36 destacados consejeros y consejeras de diversas áreas
“Queremos salir a buscar esa diversidad de realidades de nuestro país. Una buena participación no sólo es masiva y de puertas abiertas, si no que también busca representatividad y transversalidad. Ese es el desafío que estamos abordando”, indica Hernán Hochschild, director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile.
Las personas serán invitadas a participar buscando representar las diferentes realidades de Chile en términos etarios, geográficos, de género e ingresos, entre otras variables. Para eso, se construyó una gran base de datos con miles potenciales participantes basada en información de estudios con foco académico y que fueron compartidas por organizaciones de la sociedad civil, universidades y centro de investigación. Para eso se formó un equipo de gestores de participantes que se pondrá en contacto con ellos mediante correo electrónico, mensajería de texto y llamados telefónicos.
Una vez convocadas, las personas conversarán, a través de plataformas digitales, en grupos de 5 a 6 por aproximadamente una hora y media, donde el tema central es el país que quieren construir en los próximos 10 años; las cosas que hay que mejorar, cambiar y mantener en Chile; y los compromisos que están dispuestos a adquirir para hacerlo posible.
La metodología estuvo a cargo del Laboratorio de Innovación Pública (LIP) de la UC, con una lógica de reconocer divergencias y ayudar a lograr convergencias. “El principal desafío de procesos de diálogos digitales es lograr incluir a los sectores de la sociedad que generalmente se quedan fuera de estos mecanismos. Haremos un gran esfuerzo de llegar a un grupo de personas que represente razonablemente la diversidad de nuestro país” afirma Cristóbal Tello, director del LIP.
Por primera vez, 15.000 personas a lo largo de todo el territorio podrán ser parte de un proceso de participación ciudadana único en la historia de Chile a través de videollamadas, en tiempos de crisis sanitaria y tras un estallido social que gatilló la necesidad de conversar sobre los malestares, anhelos y compromisos de cara al futuro.
Los resultados del proceso serán sistematizados por el Instituto de Argumentación de la U. de Chile y plasmados en una serie de documentos que serán entregados a las autoridades, parlamentarios y opinión pública. Claudio Fuentes, integrante del instituto, destaca que la sistematización involucra organizar dos procesos, ”el registro de opiniones se realiza durante los diálogos, atravesados de un protocolo de anotación que los facilitadores deben seguir rigurosamente. Luego del primer proceso, aplicamos un algoritmo de procesamiento de lenguaje natural (…) Es una metodología que permite conocer y procesar lo que las personas piensan en contextos de intercambio dialógico con otras personas que no son de su círculo directo. En este sentido, estamos siendo pioneros en un campo que entrecruza desarrollos de inteligencia artificial y análisis de discurso argumentativo al servicio de la participación ciudadana”.
En paralelo, por los distintos temas que surjan, se formarán mesas compuestas por expertos y expertas en el área. Las ideas que surjan, serán convertidas en propuestas concretas y de ese modo poder incidir en la discusión y diseño de políticas públicas. Valentina Rosas, subdirectora de la iniciativa, señala que de esa forma buscan “generar resultados interesantes. Queremos generar un documento que sistematice esta gran reflexión ciudadana y que refleje las prioridades, los anhelos y los sueños de quienes participen y que tienen para Chile en las próximas décadas”.