Con la nueva normativa se prevendrá y controlará la emisión de olores en la industria, a través de mejoras tecnológicas. Su aplicación será para todo el territorio nacional, aplicándose a planteles porcinos que posean más de 750 animales
En su visita a la región de O´Higgins, el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, anunció la implementación de la primera norma de olores de nuestro país, cuyo objetivo es la reducción de las emisiones de planteles porcinos, lo cual busca mejorar la calidad de vida de miles de familias que viven en cercanías de planteles de cerdos y se ven afectadas por malos olores.
El subsecretario viajó especialmente a la región para explicar los alcances de esta nueva norma a vecinos y vecinas del sector La Candelaria de la comuna de Mostazal. En la actividad –donde también participaron autoridades regionales – los habitantes del sector relataron cómo los malos olores provenientes de esta industria afectaban su calidad de vida.
“Sabemos que esta norma es ampliamente esperada por la comunidad. La aplicación de la primera norma de olores de Chile busca mejorar la calidad de vida de las personas y ayudará a reducir los conflictos socioambientales en los territorios. Además, entrega certezas para las empresas, puesto que establece lineamientos claros para la operación de los planteles porcinos”, explicó tras el encuentro, el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño.
La Seremi del Medio Ambiente O´Higgins, Giovanna Amaya, sostuvo que “esta es una muy buena noticia, considerando que la mayor concentración de planteles de cerdos del país está en la región O’Higgins con un 42%, por lo cual, con esta norma buscamos llevar la justicia ambiental a los territorios y mejorar la calidad de vida de cientos de familias, lo que va en directa relación al cumplimiento de nuestro objetivo de convertirnos en un gobierno ecológico y lograr una transición socio-ecológica justa, en donde el foco cambie hacia un desarrollo inclusivo y ecológicamente sostenible, poniendo en el centro a las personas y ecosistemas”.
Por su parte, el Delegado Presidencial Fabio López, agregó que “este es un problema que se arrastra por muchos, muchos años. Nosotros como gobierno y también como gabinete ambiental, hemos impulsado y retomado distintas mesas ambientales que se habían dejado de realizar e incluso las hemos ampliado, en las cuales se abordan estas temáticas y se busca su resolución”.
¿Qué dice la Norma?
La Norma fue publicada el pasado lunes 6 de febrero se publicó en el Diario Oficial y apunta a prevenir y controlar la emisión de olores en planteles porcinos mediante el establecimiento de mejoras tecnológicas. Su ámbito de aplicación se extiende a todo el territorio nacional y se aplicará a planteles porcinos que posean más de 750 animales hasta planteles grandes, que posean más de 50.000 animales.
Considerando la diversidad de tamaños de los planteles existentes en Chile, la norma propone una categorización por cantidad de animales, con el fin de establecer pisos tecnológicos mínimos (exigencias de límites) por categoría. Además, para todos los planteles se establecen exigencias de prácticas operacionales y entrega de reportes periódicos.
Su categorización está determinada de la siguiente forma: Se considera una fuente emisora pequeña los planteles que poseen de 750 a 25.000 porcinos; mediana, desde 25.000 a 50.000 y grande, todas las mayores a 50.000 animales.
La Norma establece que los planteles pequeños y medianos, que aun poseen laguna de purín sin tratar, en el caso de planteles porcinos pequeños: deben reducir sus emisiones en esa unidad un 70%, y en el caso de los planteles porcinos medianos: deben reducir sus emisiones de olor en un 60% en áreas de compostaje y 75% en laguna de purín sin tratar, considerando la tecnología adecuada, como por ejemplo; biodigestores, tal como lo han realizado el resto de los planteles de su categoría.
Respecto a la situación de los planteles grandes, deben cumplir otro tipo de exigencia que es un límite de emisión de olor, que permita cumplir un impacto odorante máximo de 8 UO/m3 P95 (ocho unidades de olor con un percentil de 95%) utilizando como referencia la normativa holandesa en área rural.
El control y fiscalización de la futura regulación será por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), entidad que además coordinará el sistema de reportes que permita el autocontrol de las empresas y que disponga de información actualizada. Hay que tener en cuenta que, después del ruido, los olores son la segunda causa más denunciada ante la SMA (13% de las denuncias).