Comienzan los meses fríos y no es extraño que muchas personas combatan las enfermedades propias de la época, como resfríos y gripes, con hierbas medicinales o productos naturales
Es más, éstas también están siendo utilizadas para enfrentar los síntomas leves que produce el nuevo coronavirus. Sin embargo, ¿son realmente beneficiosas?
Desde la antigüedad y por numerosos pueblos originarios, las hierbas han sido ampliamente utilizadas para hacer frente a problemas médicos gracias a sus propiedades. Sin embargo, la creencia de que son inocuas y no causarían daño es totalmente errada. Éstas también contienen principios activos, al igual que los medicamentos, generando reacciones químicas y efectos secundarios que podrían ser sumamente peligrosos si son consumidas en conjunto con otros fármacos. Es uno de los primeros mitos que necesitamos derribar.
Estos productos naturales sí generan efectos que, en algunos casos, pueden ser beneficiosos. Pero también podrían ocasionar interacciones inhibidoras, entorpeciendo a otros procesos terapéuticos, reduciendo o eliminando los efectos de algún fármaco que se esté consumiendo, así lo señala Paula Molina, Químico farmacéutico de una conocida cadena de farmacias.
Lo peor es que también podrían desarrollar interacciones perjudiciales, generando desde reacciones alérgicas hasta intoxicaciones al combinarse con otros medicamentos convencionales. De hecho, y hasta antes de la pandemia, el Centro de Información Toxicológica de la UC (CITUC) informaba que el 58% de las intoxicaciones se debían al uso indebido de fármacos.
Es más, un estudio publicado en 2017 por el British Journal of Clinic Pharmacyology se reveló que las plantas medicinales más populares tienen importantes efectos en los antidepresivos, antiepilépticos, antirretrovirales y en algunos fármacos utilizados para problemas cardiacos. En este sentido, tanto los enfermos crónicos como aquellos que se automedican de forma esporádica para tratar síntomas de enfermedades invernales, deben ser extremadamente cuidadosos.
En el caso de los primeros esto podría llegar a ser fatal, considerando que sus terapias farmacológicas deben mantenerse de por vida y pueden exponerse más frecuentemente a estas interacciones. Por su parte, el consumir antiinflamatorios o antigripales combinándolos con hierbas con los mismos principios activos, podría ocasionar complicaciones cardiacas o hepáticas agudas, entre otras.
El 2009 el Ministerio de Salud publicó una guía con 130 hierbas con validación científica; es importante consultarla y conocer sus propiedades. Pero, más importante aún, es preguntar al médico tratante o al químico farmacéutico respecto de la planta medicinal que se quiere utilizar, además de sus beneficios y potenciales riesgos asociados a su uso.