La salud mental de los más pequeños de la casa podría verse afectada por las informaciones que circulan en internet o noticieros
Los difíciles días que vive el país, podrían generar efectos colaterales que alteren las emociones de los más pequeños de la casa, sobre todo, cuando los menores ven interrumpidas sus actividades escolares, recreativas, entre otras; por un fenómeno social que ellos no comprenden totalmente.
Enrique Orellana Moscoso, sicólogo de la Unidad de cuidados intensivos en siquiatría infanto juvenil del Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO) aseguró que “los más afectados terminan siendo los menores, porque muchas veces el niño no va a comprender en profundidad todo lo que ocurre, puesto que ellos ven las cosas en forma más inmediata”, agregando que “los niños tienen respuestas más conductuales o más de su forma de ser sin entender qué les sucede”.
El ambiente también afecta a los adultos, por eso la importancia de conocer ciertas recomendaciones que ayuden a explicar lo que está pasando en el país a los más pequeños, entendiendo que también es válido que los menores expresen sus sentimientos en relación al ambiente de movilizaciones. En ese contexto, el sicólogo Orellana, señaló que “la idea es entregar información breve a los niños, que ellos puedan entender, pero sin tanto detalle. Si usted ve que están alterados, irritados y tristes debe abrazarlos y contenerlos para que ellos logren manejar esas emociones, lo más importante es que los adultos deben mantener la calma y no entrar en pánico”.
Es fundamental, manifiesta el profesional, “no conversar tanto el tema desde lo negativo, la idea no es alarmar más a los pequeños, explicar que son los ruidos que escuchan (cacerolazos)”, y que se debe a que cuando la gente está molesta, lo puede demostrar así.
Finalmente, el especialista indicó que “se les debe explicar por qué los carabineros, la policía, los militares están en las calles”, diciéndoles que “es un momento excepcional en el país y por eso está ocurriendo, aunque sean niños muy pequeños, la idea es siempre darles una respuesta, tanto verbal como afectiva, en un lenguaje apropiado, en un espacio que sea contenedor y mostrar siempre la tranquilidad de sus padres”, concluyó el sicólogo Enrique Orellana.