
El alcalde Raimundo Agliati advierte que, pese al compromiso inicial de autoridades nacionales y regionales, a la fecha no se ha materializado ningún apoyo concreto del Estado
Las obras en recintos deportivos avanzan contra el tiempo solo con fondos municipales, pero si no se suman voluntades, el evento internacional podría no concretarse.
A medida que se acorta el plazo impuesto por FIFA para tener listos los recintos deportivos del Mundial Sub-20, la Municipalidad de Rancagua ha debido enfrentar sola el desafío. Pese a los anuncios hechos en 2024 por autoridades nacionales y regionales, el apoyo del Estado ha sido inexistente, poniendo en riesgo la realización del evento en la ciudad.
El municipio ya inició intervenciones en las Canchas 1 y 4 del Complejo Patricio Mekis y en el Complejo Deportivo Nororiente, con recursos 100% propios. Estas obras, exigidas por FIFA para homologar los recintos como centros de entrenamiento, deben estar finalizadas antes del 31 de agosto. No obstante, ninguna de las instituciones del Gobierno ha entregado financiamiento para estas mejoras, a pesar de haber comprometido apoyo público hace un año.
El panorama contrasta fuertemente con las promesas del 2024, cuando se anunció con entusiasmo que Rancagua sería una de las sedes del torneo internacional. En esa oportunidad, representantes del Gobierno, del Gobierno Regional, de la Delegación Presidencial y del Ministerio del Deporte celebraron la noticia y aseguraron respaldo institucional y económico. Hoy, ese apoyo no existe.
En paralelo, la Municipalidad presentó seis proyectos a la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE), orientados a mejoras en infraestructura y proyectos viales, los cuales fueron descartados con el argumento de que serían ejecutados por SERVIU. Sin embargo, el propio organismo informó el 15 de abril que no los realizará.
“EL GOBIERNO DEBE SINCERAR SU POSTURA”
Ante este escenario, el municipio ha debido cargar con una tarea que, por definición, debiera ser compartida. “Un Mundial no es responsabilidad exclusiva de una ciudad: es una tarea país. Y si no se cumple con los estándares FIFA, el evento corre riesgo de no realizarse. Esa responsabilidad no será del municipio, sino del Estado y de sus autoridades que decidieron no sumarse”, señaló el alcalde Raimundo Agliati.
El evento proyecta un impacto directo en la economía local y nacional, dinamizando el turismo, el comercio, y dejando un legado en infraestructura deportiva para la ciudad. No es solo una vitrina internacional, es también una inversión en desarrollo local. Por eso, el llamado del municipio es claro: se necesitan todas las fuerzas, sin mezquindades políticas, ni egoísmos ni cálculos pequeños.
“El Gobierno debe sincerar su postura. O se suma y aporta de manera concreta, o deberá asumir la responsabilidad de que este evento fracase por falta de compromiso institucional. Nosotros ya hemos hecho nuestra parte. Es momento de pensar en grande, y sobre todo, de pensar en Rancagua”, enfatizó el alcalde Agliati.
La autoridad comunal fue clara. “Acá el plazo se acaba. Los recursos y compromiso del gobierno debe ser ahora. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance, pero son ellos ahora, los que deben definir; y sincerar si quieren o no el mundial”.
Desde el municipio por último, reiteran la urgencia de actuar con premura, responsabilidad y altura de miras. “Porque cuando se trata de oportunidades para el país, no hay espacio para excusas. Solo para el trabajo conjunto”, concluyó el alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati.