Espacio cultural busca abrir áreas donde niños, niñas y jóvenes pueden desarrollar sus capacidades y sus emociones en un lugar donde se puedan sentir seguros
Niños y niñas de hasta tres años participaron en un taller de mediación de lectura a cargo de la Biblioteca Comunitaria Cambalache, ubicada en el sector norte de Rancagua, que forma parte del programa Puntos de Cultura Comunitaria, impulsado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en colaboración con la Universidad de O’Higgins. El espacio cultural busca motivar el interés por la lectura a temprana edad, a través de la activación de sus sentidos.
Daniela Escobar, bibliotecaria de este Punto de Cultura Comunitario, señaló que “esta actividad destinada a la primera infancia buscaba dar un espacios a bebés y niños estuvo enfocada en la exploración, en los sentidos, en la música. Vivimos una experiencia nueva, que se ajusta a nuestro quehacer cotidiano. Como biblioteca llevamos hartos años haciendo actividades enfocadas en la primera infancia los niños, niñas y jóvenes principalmente, porque tenemos un espacio abierto con materiales que les permitan ser los protagonistas de la exploración, de la lectura, del conocimiento”.
La Biblioteca Comunitaria Cambalache está presentes en el territorio desde hace más de siete años y en la actualidad están operando con horario de invierno, todos los sábados de 12 a 18 horas “como un espacio abierto a las familias y un lugar de encuentro con la lectura con todos los recursos a disposición de la comunidad, tales como libros, materiales de arte, juegos de libre exploración, etc.”, comentó Daniela Escobar.
Al respecto, el seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la región de O’Higgins, Cristo Cucumides Litin, explicó que “esta actividad forma parte del Plan de Fortalecimiento que se está trabajando con la agrupación a través del Programa Puntos de Cultura Comunitaria, el cual ha contribuido a dar sostenibilidad al trabajo que realiza este espacio cultural, fortaleciendo la gestión interna, promoviendo la lectura, y entregando a la comunidad el acceso democrático a bienes y servicios culturales. Para nosotros es relevante que también se incorporen nuevos enfoques con el trabajo que se realiza con las infancias a través de la mediación lectora”.
Al respecto, la Directora de la Dirección de Cultura, Patrimonio y Extensión de la Universidad de O’Higgins (UOH), Clemencia González, señaló que “es fundamental incorporar un enfoque no adultocéntrico en nuestras iniciativas culturales, especialmente en programas como Puntos de Cultura Comunitaria. Este enfoque permite que los niños y niñas sean los protagonistas de sus propias experiencias de aprendizaje, facilitando el desarrollo de sus emociones y necesidades desde una perspectiva más inclusiva y respetuosa de su mundo explicativo. Estamos comprometidos en fortalecer estos espacios de mediación cultural y lectura, asegurando un acceso democrático y enriquecedor para todas las infancias en nuestra región”.
Nicolás Riquelme, mediador de la Biblioteca Comunitaria Cambalache, destacó que la historia de esta organización tiene su origen en la historia de sus fundadores: “se remonta hasta nuestras propias infancias, mi historia con los libros, mi historia respecto a la necesidad de abrir espacios para la mediación cultural y para las infancias”.
Agregó que “creemos que es importante pensar (este proyecto) desde una perspectiva no adultocéntrica, desde una perspectiva desde la infancia y el desarrollo de sus emociones, de sus necesidades, de su mundo explicativo de su propias de sus propios pensamientos”.
Por su parte, Marisa Rozales, destacó que “vemos esta vinculación con el Programa Puntos de Cultura Comunitaria como una gran oportunidad de fortalecimiento en los lazos con las estructuras culturales que ya existen en la región, junto a una estructura educativa y formativa que es una gran oportunidad para poder fortalecernos”.
Las instancias que se han generado en torno al desarrollo de la guía metodológica “nos han permitido también formalizar los saberes que nosotros ya hemos aplicado y que hemos ido desarrollando, pero sin saber que quizás estas prácticas que nosotros aplicamos tienen nombres o se desprenden de alguna teoría. Para nosotros profesionalmente es súper importante conocer también el cómo trabajamos, por qué trabajamos y para qué estamos trabajando con la comunidad, con la biblioteca, con los usuarios y con cualquier persona que quiera venir y conocer nuestro proyecto”.
Paulina López fue la encargada de la mediación lectora para la primera infancia gracias a un curso especializado que realizó la Fundación Mustakis para este grupo etario, denominado “Del nido a la rama, en el que nos han enseñado a mediar libros para bebés, que es algo que no se da mucho y generalmente los adultos siempre intervenimos en las acciones que los pequeños quieren hacer en relación al entorno”. Agregó que la idea “es que nosotros debemos darle su espacio y su tiempo a cada bebé para que puedan explorar y dejarse llevar por los sentidos”.