Las temperaturas extremas que afectan a la zona central del país no solo complican las actividades diarias: también están deteriorando el sueño de miles de personas
El llamado “insomnio de verano” se ha intensificado este año debido a las olas de calor nocturnas, donde los termómetros superan los 20 grados incluso pasada la medianoche, dificultando la conciliación del sueño y provocando fatiga, irritabilidad y un deterioro general del bienestar.
Este fenómeno no es menor. Un estudio de la Universidad de Copenhague, realizado en 68 países, advierte que el aumento sostenido de las temperaturas podría hacer que, hacia el 2099, las personas pierdan entre 50 y 58 horas de sueño al año, equivalente a casi dos semanas completas de descanso. Ese déficit, advierten los especialistas, tiene impacto directo en la salud mental, emocional y cognitiva.
En este contexto, la climatización del hogar se ha vuelto una necesidad más que un lujo. Según explica Manuel Eyzaguirre, Gerente General de Kaltemp, no todas las soluciones funcionan de la misma manera:
“El ventilador solo mueve el aire y genera una sensación térmica más baja, pero no modifica la temperatura real del ambiente. El aire acondicionado, en cambio, permite fijar y mantener una temperatura constante, lo que es clave para dormir mejor”, señala.
Una alternativa intermedia es el enfriador de aire, que utiliza agua para reducir algunos grados la temperatura, aunque sin la precisión del aire acondicionado. No obstante, los equipos portátiles se han consolidado como la opción más práctica y eficiente para enfrentar noches calurosas.
“Los aires acondicionados portátiles son fáciles de instalar, pueden enfriar espacios de hasta 25 m² y cuentan con modo noche que reduce el ruido del compresor, favoreciendo un descanso más cómodo”, destaca Eyzaguirre. Además, Kaltemp incorporó este año el nuevo gas R290, un refrigerante más ecológico y eficiente que permite fabricar equipos más compactos, silenciosos y de mayor rendimiento.
El experto también subraya la importancia de la mantención anual de los equipos, tanto para garantizar un buen funcionamiento como para mejorar el consumo energético.
Con olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, dormir bien se ha convertido en un desafío creciente. Contar con soluciones de climatización adecuadas, junto con hábitos simples como ventilar temprano, cerrar ventanas en horas de mayor calor y evitar fuentes de calor artificial antes de dormir, puede marcar la diferencia entre una noche reparadora y una jornada más de agotamiento.






