Como un cambio total en su calidad de vida catalogó la comunidad rancaguina el proyecto de mejoramiento realizado por el Quiero Mi Barrio del Minvu
No más tierra en verano y no más barro en invierno, así fue como ejemplificaron los vecinos y vecinas de la población Costa del Sol de Rancagua el cambio de vida que les trajo el proyecto de mejoramiento de pasajes y veredas desarrollado por el programa Quiero Mi Barrio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
Esta iniciativa tuvo como objetivo abordar el problema de deterioro y nula mantención de las vías del sector expresado por la comunidad a través de la construcción completa de la calzada de los pasajes El Estero y El Abra, además de la reestructuración y construcción de todos los bordes de los pasajes del polígono y la reposición de la vereda norte de la calle Nueva Litoral.
El Seremi de Vivienda y Urbanismo, Hernán Rodríguez, “uno de los objetivos del programa Quiero Mi Barrio es mejorar la calidad de vida y la infraestructura, pero también la dinámica social que existe en el interior de las comunidades, ayudar a legitimar a los dirigentes y yo creo que ese trabajo ha sido fructífero aquí. La experiencia de Costa del Sol nos enorgullece a todos, es importante en términos de la autoestima para toda la comunidad y hoy son un ejemplo para Rancagua, cómo ha cambiado la calidad de vida y la prestancia de este conjunto al interior de la ciudad, eso es importante y nos llena de satisfacción, así que nosotros como Ministerio y Gobierno felices de lo que hemos podido construir”.
La presidenta del CVD de Costa del Sol, María Cruz, expresó que “desde 1997 a la fecha, nosotros patinábamos en el barro en el invierno y el tierral en el verano, y esto nos cambió la vida al cien por ciento. Este programa nos vino a mejorar todo, la imagen de nuestra población porque, si bien es cierto a veces se muestra lo feo de los sectores, pero no se muestra lo que hay adentro, que es gente de mucho esfuerzo, y el orgullo más grande que tenemos es este programa que nos vino a engrandecer como comunidad. Me siento orgullosa de vivir acá, de lo que tengo y de lo que hemos logrado hasta ahora, así que gracias a todas las autoridades que nos han apoyado”.
De la misma forma piensa la vecina Fresia Umaña, quien dijo que esta obra “nos cambió la vida, uno cuando se va bajando del colectivo ya ve que es otra cosa, estamos felices de eso, un buen reconocimiento a las autoridades y les agradecemos por esto”. Mientras que la vecina Nancy Cáceres indicó que “me parece excelente porque veíamos cómo estaban los pasajes en el invierno, el barro, el agua, en el verano igual porque se bañan con mangueras, no era un espectáculo bonito porque no había cómo pasar, entonces ha cambiado mucho”.