Expertos advierten que una de las principales dificultades que se ha detectado es que las empresas no llevan registro, actas y trazabilidad de esta información que debe ser entregada la próxima semana al Ministerio de Energía
Poco se ha hablado de las consecuencias que podrían tener las empresas que no reporten sus consumos energéticos y es que con la entrada en vigencia de la Ley de Eficiencia Energética, los grandes consumidores de energía y organismos públicos deben declarar estos antecedentes para evitar sanciones.
Los primeros reportes deben ser presentados a más tardar el próximo 13 de diciembre y las empresas que entran en esta categoría son aquellas cuyos consumos superen las 50 Tcal anuales. Pero también, las que indica el decreto 163, es decir, que superen ingresos anuales de 1.000.000 UF o tengan más de 200 trabajadores contratados.
En el Reglamento se establece qué empresas y organismos públicos son los que deben reportar. Así como también, los plazos y multas en caso de incumplir. Pero ¿a qué se arriesgan quienes reporten mal o simplemente no informen sobre sus consumos energéticos?
Toda infracción a las disposiciones y obligaciones establecidas, será considerada como infracción leve y pueden acarrear multas de hasta 500 UTM y/o amonestaciones por escrito. Una sanción no menor, ya que las multas podrían ser por más de $300 millones.
El Gerente Gerente de Asgreen, empresa de asesorías en sustentabilidad y especialista en eficiencia energética, sustentabilidad e innovación, Fernando Pinto, dijo que “una de las principales dificultades que hemos detectados en los más de 30 Sistemas de Gestión de Energía implementados y en las cientos de auditorías realizadas, es que las empresas no llevan ni mantienen registro, actas y trazabilidad de sus consumos energéticos anuales, debido a que no existe la costumbre o área especializada en llevar a cabo este levantamiento”.
Adicionalmente, dijo que “las empresas no poseen una cultura que les permita identificar los distintos tipos de energía que utiliza su organización (electricidad, gas, diesel, biomasa, sistemas térmicos, entre otros) tampoco visualizan la energía como un activo gestionable que no solo permitirá reducir las emisiones de GEI (objetivo climático), sino que ayuda a reducir los costos y presupuesto asignados a este ítem”.
Finalmente destacó que es importante llevar la trazabilidad del consumo y distribución de la energía, en línea con la cuantificación asociada a la Huella de Carbono, ya que esto permitirá tomar acciones y oportunidades claras en torno a la reducción y el uso eficiente del recurso energético.
Quien también se refirió a este punto fue Alejandra Molina, Gerente General de Minnovex- Asociación Gremial de Empresas para la Innovación y la Exportación de Productos, Insumos y/o Servicios Intensivos en Conocimiento para el sector Minero e Industrial- quien señaló: «Sabemos que la actividad minera debe aportar en generar más impactos positivos en el medioambiente, contribuyendo en disminuir el consumo de diésel y aumentar el uso de energías renovables en sus procesos. Por esta razón, vemos que el rol de los proveedores tecnológicos en esta materia es fundamental. Incorporar soluciones, tecnologías y servicios, amigables con el medio ambiente, que conlleven a una reducción en la huella de carbono es un tema donde las grandes compañías mineras han decidido colocarse metas y le han dado mayor relevancia dentro de las decisiones de la gran industria».
Quedan menos de 10 días para que empresas e industrias presenten sus primeros reportes energéticos al Ministerio de Energía, un hito importante a nivel país, ya que con esta información la autoridad energética indicará quiénes deben implementar un sistema de gestión de la energía, que no sólo reducirá costos operacionales a las empresas, sino que aportará para que Chile alcance sus metas y compromisos internacionales en materia de medio ambiente.