Se trata de Cupersan, una idea que nació tras el accidente nuclear en Fukushima, producto del terremoto de Japón de 2011, y que ha demostrado eficacia mejorando las lesiones crónicas gracias a las propiedades del metal rojo
En el marco del trabajo que realiza el Ministerio de Minería con diferentes emprendimientos y pymes que elaboran productos en a base a cobre, el ministro de Minería, Baldo Prokurica, destacó la innovación que realizó una pyme chilena que usa el cobre en un ungüento para curar las heridas de pacientes diabéticos, además de otras lesiones crónicas como escaras o infecciones graves.
Se trata Cupersan (Clean y Gel), dos productos que forman parte de un tratamiento para heridas crónicas que afectan a más de un millón y medio de personas en nuestro país, y que elabora la startup CuperScience de Rafael Méndez, CEO de la empresa, en colaboración con Quimilab HT.
Si bien la pyme nació formalmente en 2017, la idea se gestó en 2011, cuenta Rafael Méndez, tras el terremoto en Japón y posterior accidente nuclear en la planta de Fukishima.
“En ese tiempo Quimilab HT producía unos productos en base a yodo que se usaban para prevenir la mastitis en las vacas, pero debido al accidente nuclear la demanda de yodo para tratar la radiación aumentó y subió el precio, y comenzamos a pensar en una forma de innovar y sustituir el yodo. Así apareció el sulfato de cobre y aloe vera, que son los componentes del tratamiento Cupersan”, relata Méndez.
Usaron la nueva fórmula con cobre en las vacas y el producto a base de cobre comenzó a funcionar de manera eficiente para prevenir la mastitis y, además, se dieron cuenta de que las heridas de las ubres de las vacas sanaban más rápido.
De ahí nació la idea de probar en las heridas de los humanos. Para ello, realizaron un estudio en conjunto con la Asociación de Diabéticos de Chile (Adich), considerando la dificultad que tienen estos pacientes para sanar sus lesiones y regenerar tejidos.
“El resultado fue sorprendente, en el seguimiento que hicimos a los primeros 30 pacientes vimos que las heridas que permanecían sin cicatrizar por años comenzaron a reducirse e incluso cicatrizaron”, añade Rafael Méndez, quien registró el tratamiento en el Instituto de Salud Pública (ISP) y, luego de eso comenzó a trabajar con el doctor experto en pie diabético del Hospital de Quillota, Jaime Aguilar, para incorporar los ungüentos en los tratamientos de sus pacientes.
El doctor Aguilar incorporó el producto hace cinco meses y asegura que, “me ha dado buenos resultados en pacientes con pie diabético con úlceras de difícil cicatrización”. También explica que estos productos por sí solo no son suficientes, y añade que “es una herramienta más dentro del tratamiento general de pacientes con pie diabético, que incluye el aseo quirúrgico y el tratamiento de base”, además, se debe aplicar por profesionales.
El médico reconoce el aporte de Cupersan considerando que “Chile es el segundo país en el continente con altos índices de pacientes con pie diabético, y eso es preocupante considerando la cantidad de habitantes del país en comparación con los otros países, y tiene una alta tasa de pacientes con úlceras diabética y todo elemento con comprobada eficiencia farmacológica que nos apoye en el tratamiento de esta enfermedad es bienvenido”.
Por su parte, el ministro de Minería, Baldo Prokurica, aseguró que “la importancia de este tratamiento está en el cobre y en sus propiedades bactericidas y antifúngicas que previenen las infecciones, y ayudan a mejorar la salud y calidad de vida de las personas. También es un ejemplo de cómo se puede innovar y seguir descubriendo nuevos usos de un material tan chileno como el cobre”.
Paciente: “HE GASTADO $10 MILLONES EN ESTA ESCARA”
Según el estudio que realizó CuperScience para medir la efectividad del tratamiento, a las propiedades bactericida y antifúngico del cobre, se sumaron otras dos que son de vital importancia para el tratamiento de heridas crónicas.
Una de ellas es que el cobre induce la angiogénesis, permitiendo estimular el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, lo que podría ser muy provechoso para una herida de un paciente diabético. Asimismo, frena la actividad de las proteasas, que son enzimas que degradan el tejido y que producen que la herida siga creciendo.
La fórmula también se usa en el tratamiento en úlceras varicosas y escaras, como fue el caso del marido de Alejandra Cortés, quien lleva ocho años cuadripléjico tras sufrir un accidente, y hace casi tres años vive con una herida producto de una escara que no le permite moverse.
Alejandra Cortés cuenta que hace un tiempo su marido “se agarró una bacteria mortal, la acinetobacter, que es muy muy resistente a los antibióticos y ahí comenzaron los problemas, le aparecieron escaras en la espalda que nunca había tenido y que lentamente se fueron agrandando. Esta escara ahora en febrero cumplirá tres años y en ese tiempo hemos tratado de todo, he gastado $10 millones en esta escara, y siempre que dábamos un paso para adelante y luego eran dos para atrás. Hasta que en febrero de este año empezamos a probar el tratamiento Cupersan y por fin comenzamos a ver resultados”.
Cortés añade que fue el cobre la que la hizo probar este tratamiento, ya que “soy chiquicamatina y siempre he sabido de las propiedades del cobre. En el hospital donde nací todo era de cobre y cuando supe de este producto me animé altiro a usarlo, porque yo sabía que el cobre era bueno. La escara más complicada que tenía mi marido ahora está súper chica y solo espero que siga sanando y que se cierre para el verano, para llevarlo a la piscina”.