Esto tras recibir y reunirse con el alcalde Eduardo Soto, quien junto con solicitar la urgencia de readecuar el Plan de Descontaminación, le manifestó la preocupación del municipio por las altas cifras de contaminación que afectan a la ciudad.
Medidas especiales para Rancagua y adelantar la reformulación del Plan de Descontaminación Ambiental (PDA), que hoy rige en el valle central, fueron dos de las principales conclusiones que se obtuvieron de la reunión realizada en el Congreso Nacional, entre el alcalde Eduardo Soto y el Ministro de Medio Ambiente Pablo Bedenier.
En la reunión que fue gestionada y en la que también participó el diputado Issa Kort, el edil entregó al Ministro, el estudio realizado por el municipio y que demuestra el grave daño ocasionado por la partícula PM 2.5, en los aires de la capital regional. Cabe recordar que este mismo informe, fue el que se entregó el pasado martes 4 de agosto al Intendente Regional, tras una rueda de prensa donde se dio a conocer esta información.
En la cita con el Ministro, el jefe comunal reiteró la solicitud de declarar zona saturada por PM 2,5 a Rancagua. «Hemos venido a manifestar nuestra inquietud a nombre de toda la ciudad, y al mismo tiempo, a pedir que se reestudie y adecúe el PDA, ya que según nuestra opinión no ha sido lo suficientemente eficaz para resolver la contaminación», manifestó.
El alcalde Eduardo Soto reiteró su preocupación, por los riesgos de salud que repercuten en la población. «Este es un tema que afecta a toda la ciudad, en la que como municipio hemos decidido tomar la iniciativa, principalmente, ante la falta de decisiones de las autoridades responsables. Por todo esto, es que también, hemos pedido al Ministro que aplique medidas especiales en Rancagua», enfatizó.
La máxima autoridad comunal, que estuvo acompañado por Héctor González, asesor medioambiental del municipio, explicó al ministro que la situación fue advertida, tras analizar la información entregada por la propia Seremi de Medio Ambiente, en las estaciones de monitoreo de calidad de aire que se ubican en la ciudad.
En este punto, Héctor González explicó que «lo que hicimos fue hacer una medición -con los datos entregados por el Ministerio, porque teníamos las sospechas que la condición de Rancagua era distinta a la de Rengo y San Fernando y al revisar las mediciones nos dimos cuenta que efectivamente el problema de Rancagua es el PM 2,5».
Para el experto en medio ambiente esta situación es totalmente grave, puesto que el material «supera tremendamente la norma, la cual establece un percentil 98, que fija en 50 la normalidad y que en Rancagua supera los 100».