Con nueva tecnología y una máquina única en la Región del Libertador, el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación va más allá de las expectativas de sus usuarios
La emoción embarga a la jefa de este servicio y médico Fisiatra , Dra. Cecilia Piotrowski, al ver un hecho realidad, un anhelo de toda la vida como señala, que es contar con dos gimnasios, tanto para adultos como infantil, tratamiento de presoterapia, edemas, piso pélvico, de hombros y de manos, además de otras especialidades, donde se entrega la mejor atención junto a un equipamiento de última generación.
La Unidad de Medicina Física y Rehabilitación trabajan 50 profesionales de distintas áreas, fonoaudiólogos que actúan en el área de Hospitalización, Infantil, Uci y Neonatología; terapeutas ocupacionales que se preocupan que los pacientes recuperen sus capacidades para vivir en la vida diaria junto técnicos paramédicos.
Además, el servicio cuenta con kinesiólogos especializados en estos equipos de alta tecnología, lo que es fundamental para lograr la rehabilitación de los pacientes, es así como está el Zebris, máquina única en su tecnología en la región, que permite asistencia de la marcha en pacientes e bipedestación cuando no pueden generar carga, llámese accidentes vasculares, lesionados medular, tequeados, entre otros. Es decir, pacientes traumatológicos y neurológicos, realizando además seguimientos a los usuarios en su rehabilitación.
Sebastián Jorquera, kinesiólogo de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del área neurológica y quirúrgica, indica que “a través de Zebris y este programa, los pacientes pueden caminar o asistir la marcha, con un sistema de arnés de soporte parcial de peso se bipedestan, se les genera cierta carga y se hacen caminar a través de una retroalimentación que es el programa del Zebris en sí, que hace realizar al paciente diferentes actividades con sus extremidades”.
El flujo de pacientes es bastante para los 5 kinesiólogos que están en el gimnasio de rehabilitación, tal como la Sra. María Isabel Romero, quien va a cumplir más de 2 meses en tratamiento después de un severo accidente que la dejó con la rótula de su pierna derecha quebrada, siendo operada por un traumatólogo del hospital y posteriormente, derivada a rehabilitación.
“Este es un tratamiento excelente que nada tiene que envidiar a una clínica privada, y que me ha permitido salir adelante con mucho esfuerzo y sacrificio, guiada en todo momento por los kinesiólogos y profesionales del hospital”, aseguró la usuaria.