La colaboración entre proyectos permitió a los apicultores actualizarse en normativas, mejorar sus procesos y abrirse camino hacia mercados más exigentes. Una jornada de aprendizaje que marca un antes y un después para la apicultura en la Región de O’Higgins
Se trata del taller «Salas de extracción y SIPEC apícola«, organizado por la Universidad de O’Higgins (UOH) en su Campus Colchagua, que reunió a más de 90 apicultores de diversas comunas de la región. Este evento fue diseñado para fortalecer el conocimiento sobre normativas y prácticas clave que les permitan mejorar su competitividad y adaptarse a las exigencias del mercado.
La actividad combinó esfuerzos de dos iniciativas financiadas por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins: el proyecto «Aumento de la competitividad para los rubros hortícola y apícola mediante el Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios (RRA)» liderado por la Dra. Claudia Foerster y el «Programa de extensión e innovación para la adaptación de la apicultura al cambio climático«, liderado por la Dra. Andrea Müller, ambas académicas de la UOH. Las iniciativas apuntan a modernizar el sector apícola y prepararlo para enfrentar los desafíos del cambio climático y las demandas de certificación sanitaria.
“Estamos muy contentos que gracias al apoyo de nuestro Gobierno Regional podamos realizar este tipo de actividades tan importantes para nuestros apicultores de O’Higgins porque esto les permite fortalecer sus conocimientos en la materia y abordar temáticas que profundizan en el cuidado de las abejas o los cultivos”, sostuvo el Gobernador Regional de O’Higgins, Pablo Silva Amaya, agregando que “seguiremos impulsando el desarrollo de este tipo de iniciativas tan importante para nuestra comunidad. Este tipo de proyectos FIC son de una relevancia tremenda y están disponibles justamente para esto, para acompañar, capacitar y ayudar a nuestra comunidad”.
Un tema central de la jornada fue el Sistema de Información Pecuaria (SIPEC), una herramienta desarrollada por el Servicio Agrícola y Ganadero que permite registrar la ubicación de las colmenas y el movimiento de los apiarios, asegurando la trazabilidad y la correcta gestión sanitaria de la actividad apícola. Esta tecnología resulta esencial para cumplir con el reglamento de trashumancia y garantizar estándares que respalden tanto el comercio nacional como internacional de productos apícolas.
Además, los participantes recibieron orientación práctica sobre los procesos de certificación para salas de extracción, envasado y exportación de miel. A través de charlas lideradas por expertos del SAG y la Seremi de Salud, se abordaron desde los requisitos básicos para obtener resoluciones sanitarias hasta los estándares internacionales que facilitan la entrada de productos chilenos a nuevos mercados.
Luis Álvarez, coordinador regional de Trazabilidad Animal del SAG O’Higgins, enfatizó la relevancia del SIPEC como parte del proceso de profesionalización del rubro, mientras que Carla Aguayo, especialista en certificación de exportaciones, compartió detalles sobre los pasos para posicionar la miel chilena en mercados globales. Por su parte, Adrián Nelson, expuso sobre los requisitos y puntos críticos para certificar las salas de cosecha de miel.
Impacto y aprendizaje
Para los asistentes, la actividad no solo fue una instancia de aprendizaje técnico, sino también un espacio para validar y mejorar sus prácticas. Ana Cuadra, apicultora de Placilla, expresó que: «hace años tengo una sala de cosecha primaria, pero siempre pensé que estaba lejos de cumplir con los requisitos para certificarme. Este seminario me mostró que con algunos ajustes puedo llegar a esa meta. Es un gran impulso para los pequeños apicultores como yo, que queremos dar el salto a mercados más exigentes.»
Por su parte, Ana María Aravena, apicultora de San Vicente de Tagua Tagua, comentó que “muchas veces trabajamos de forma intuitiva y nos faltaba comprender las normativas en profundidad. Este tipo de instancias nos ayudan a profesionalizarnos, corregir errores y adoptar buenas prácticas. Es una gran ayuda para que nuestra actividad crezca y sea reconocida.»
La unión de los proyectos FIC permitió abordar el rubro apícola desde diferentes ángulos, proporcionando una visión integral de los desafíos que enfrentan los productores. Desde la trazabilidad y la certificación hasta la adaptación al cambio climático, los temas tratados resultaron fundamentales para avanzar hacia una apicultura más sostenible y competitiva. Este enfoque colaborativo reafirma el compromiso de apoyar al sector con soluciones concretas que beneficien tanto a los apicultores como a los consumidores.
«La trazabilidad y la certificación son claves para que la apicultura chilena crezca de manera sostenible. Este encuentro es un ejemplo de cómo los proyectos pueden unirse para entregar herramientas concretas que potencien la competitividad de los apicultores”, indicó la Dra. Müller. Por su parte, la Dra. Foerster recalcó que “el objetivo es que puedan diferenciarse en el mercado con buenas prácticas y acceder al Sello de Reducción de Riesgos Alimentarios, lo que es sinónimo de calidad y seguridad”.
Se espera que, con el compromiso de los apicultores y el apoyo de iniciativas como éstas, se logre consolidar el rubro en la Región de O’Higgins, posicionando a la apicultura como una actividad estratégica y sostenible.