El robo de cables se ha transformado en un delito cada día más frecuente, afectando no solo las instalaciones eléctricas, si no que la calidad y continuidad del servicio para clientes de amplias zonas del país.
En la región de O’Higgins, la comuna de Rancagua concentra casi la totalidad de los casos asociados a este delito, contabilizándose durante el año pasado 611 eventos de robo de cables eléctricos, además de algunos casos aislados en Machalí y Graneros. Esta situación causó interrupciones de suministro a 54.112 familias y se tradujo en la sustracción de 9.715 kilos de cables de cobre en redes de baja y media tensión.
Alex Lobos, Gerente Zonal Rancagua-Cachapoal de CGE, explicó que “el robo de conductores afecta a toda la comunidad, ya que provoca interrupciones en el suministro eléctrico y, además, puede causar accidentes para las personas que manipulan las instalaciones sin autorización, incluso con resultado de muerte. Estas son bandas organizadas, con elementos, equipos y tecnología, y su accionar tiene un impacto negativo en la calidad del suministro eléctrico de las personas”.
Pero no solo los clientes se ven afectados. En 2022, cuatro personas fallecieron intentando realizar estos delitos en las comunas donde presta servicio CGE a nivel nacional, demostrando el peligro de intervenir el sistema eléctrico y el accionar de las mafias que están tras este ilícito, los cuales presionan a personas vulnerables para concretarlo.
“Cada vez que se interrumpe el suministro eléctrico, las empresas grandes y pequeñas de la zona no pueden trabajar normalmente, los servicios públicos presentan problemas en el suministro, los colegios o la red de salud se ven obligados a suspender sus actividades y las personas pueden enfrentar problemas de seguridad pública. En suma, el delito afecta la calidad de vida de las personas”, explicó Alex Lobos.
Asimismo, cabe señalar que en casos extremos las reparaciones pueden tardar varias horas debido al trabajo que implica identificar el punto de corte y determinar el nivel de daños, para luego destinar las brigadas necesarias a la reposición de la infraestructura y del suministro.
Dado que éste es un problema que no solo afecta a las distribuidoras eléctricas, CGE está en permanente contacto con las autoridades y participa activamente en la Mesa Regional de Robos de Cables de O’Higgins, entidad público-privada conformada por autoridades de gobierno, empresas de telecomunicaciones, policías y fiscalía. Gracias al trabajo y gestión de la Mesa, a fines de 2022 se logró la incautación de 3.500 kilos de cobre y la clausura de 3 locales de acopio en Rancagua.
“Como empresa, además de reponer los cables y el suministro eléctrico a la brevedad posible, cuando hay afectación a redes de CGE realizamos la denuncia ante Carabineros y Ministerio Público, para luego interponer acciones legales que permitan perseguir a los autores de estos delitos. También hacemos un llamado a la comunidad que ante alguna actitud sospechosa, denuncien de forma anónima en nuestra página web www.cge.cl, en el 133 de Carabineros, el 134 de la PDI o al Fono Denuncia Seguro 4242”, agregó el ejecutivo.
Consejo
“CGE reitera el peligro de aproximarse a las redes e infraestructura eléctrica y hace un llamado a sus clientes a tomar algunas medidas de seguridad para evitar accidentes, como no acercarse a conductores o cables dañados o que estén en el suelo, ya que podrían estar energizados. En caso de emergencia, se solicita tomar contacto con la empresa a través del número de atención gratuito 800 800 767; la cuenta de Twitter @CGE_Clientes y la página web www.cge.cl”.