En una ceremonia que contó con una presentación musical y la participación de autoridades regionales, el Juzgado de Garantía de San Vicente realizó una ceremonia en que se realizó un homenaje póstumo a la magistrada María Irene Morales Medina, quien se desempeñó en el tribunal por más de una década
Familiares, funcionarios y funcionarias del Poder Judicial recordaron con cariño el trabajo y calidad humana de la jueza, que falleció en 2015, y rindieron homenaje a través de una placa con su nombre en la sala de audiencias del juzgado de garantía, la que fue develada por el presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua, ministro Ricardo Pairicán García, y el hijo de Morales Medina, Adolfo Blanc Morales.
Durante la ceremonia en que estuvieron sus hijos de la magistrada y familiares. En tanto, el juez presidente del Juzgado de Garantía de San Vicente, Víctor Ilich Ruiz, y Adolfo Blanc realizaron discursos para reconocer su labor profesional y compartieron experiencias vividas junto a Morales Medina.
La magistrada María Irene Morales Medina ingresó a la planta del Poder Judicial en 1987 como secretaria del Juzgado de Garantía y Letras de Peumo, posteriormente se desempeñó como jueza en el Juzgado de Letras de San Vicente en 2001 y desde 2004 hasta 2014 ocupó el mismo cargo en el Juzgado de Garantía de San Vicente.
“Para nuestra Corte de Apelaciones es muy importante reconocer la labor y el compromiso que durante décadas tuvo la magistrada María Irene Morales Medina, fortaleciendo el acceso a la justicia en zonas rurales de nuestra Región de O’Higgins. Ha sido una muy bonita y emotiva ceremonia, una instancia en que quedó de manifiesto la huella que dejó durante en su tribunal”, indicó el presidente del tribunal de alzada, Ricardo Pairicán.
El magistrado Víctor Ilich Ruiz manifestó que “era una jueza integra, simple y sencilla, pero que tenía una capacidad de poder cobijar y tomar decisiones de forma ejemplar sin comprometer el cargo. En ese sentido, nos pareció oportuno poder rendirle un homenaje con una placa conmemorativa”.
“Mi madre falleció hace ocho años y uno pensaba que un acto de reconocimiento como el que se realizó era casi impensado. Pero como dijo el magistrado, este homenaje viene de la República del Cariño y eso es lo emotivo. Gente que se forjó y que hoy día ocupa altos cargos, igualmente ha comparecido el día de hoy. Agradezco al Poder Judicial, sobre todo por prestar este espacio que también fue de ella y hacer un gesto poco usual, como poner el nombre de una magistrada a una sala”, señaló Adolfo Blanc.