Han sido días de convulsión y mucha incertidumbre para la abogada, periodista y ex Gobernadora, Ivonne Mangelsdorff
El viernes 14 de abril, efectivos de la PDI, allanaron la Ilustre Municipalidad de Graneros, institución donde ella es la actual jefa jurídico, por una investigación reservada proveniente de la Región de Ñuble. El procedimiento se extendió por casi 12 horas e incluyó la incautación de documentos y computadores.
“Fue una situación muy repentina de la que nadie de los involucrados (el alcalde y otro funcionario municipal), tenía conocimiento previo. Yo presté toda la colaboración y me puse a disposición de los efectivos. Sin embargo, con el correr de las horas, sentí plena vulneración a mis derechos, porque hubo coerción explícita y transgresión total a las normas de un procedimiento normal, Soy abogada hace 20 años y sé claramente cómo se actúa en estos casos”, señala.
Posterior a esa jornada, surgió en el ambiente, un oscuro manto de rumores, que alcanzaron a ser difundidos por algunos portales de noticias. “Se dijo que yo había sido imputada y detenida. Todo eso es absolutamente falso. Es más, esta semana hice una solicitud, a través, de mi abogado para que se revisara mi cautelar de garantía hacia la misma jueza que lleva esta investigación en Chillán y su resolución indicó que yo, no soy ni parte ni interviniente. Es decir, no soy nada en ninguna de las antes calidades mencionadas”.
Sobre ese escenario, Ivonne Mangelsdorff insiste que lo vivido estos días, “ha sido una denostación constante. Una falta a la honra sin igual. No creo en las casualidades y por eso, ad portas de una elección muy importante, a días de finalizar la campaña, no sé quién o quiénes, han urdido esta trama para empañar mi figura y con la clara intención de perjudicarme. Soy mamá de dos gemelas e hija de una familia sólida y no estoy acostumbrada a estos caminos que te llevan al matonaje político y los actos misógenos sin pudor. Por supuesto que voy a ejercer las acciones legales contra todos los que resulten responsables e incluso contra medios de comunicación que llenaron sus páginas con mentiras”.
Para finalizar, Mangelsdorff, subraya que los golpes han sido duros, “pero no impiden que siga avanzando. Como toda mujer fuerte, decaigo y lloro. Sin embargo, después respiro, me seco las lágrimas y vuelvo a sostener mis convicciones para mirar el futuro”.