Filomena Canales Gálvez, de 110 años, viuda, madre de 3 hijas, 8 nietos y 13 bisnietos, vive en el apacible sector de Chanqueahue, comuna de Rengo
En el Mes del Adulto Mayor, el seremi del Trabajo y Previsión Social, Federico Iglesias, acompañado de la directora del IPS, Tatiana Ramírez, llegó hasta el domicilio de la querida vecina de Chanqueahue, Filomena Canales Gálvez, para saludarla y, de paso, expresarle cariño, entregarle un presente y compartir con la familia.
El seremi Iglesias resaltó la importancia que las personas mayores tienen para la sociedad y el gran aporte que cada una de ellas ha hecho al desarrollo del país, ya que son “un verdadero ejemplo a seguir por las nuevas generaciones. La protección y promoción de los adultos mayores está en el centro de las políticas del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera”.
La directora Ramírez, en tanto, subrayó que “la señora Filomena es una de nuestras usuarias más antiguas y sigue siendo atendida por nuestro Centro de Atención IPS y su red ChileAtiende de Rengo a través del trámite de apoderado”.
En el hogar de la pensionada, las autoridades fueron recibidas por las hijas del matrimonio Berríos-Canales: Emilia (72) y Jovita (71), además de los nietos Juan Carlos (55) y Verónica (53) y la encargada de los cuidados de la señora Filomena, Isabel Placencia. “Muy bien que se dé este reconocimiento a nuestra madre; y que todo lo que ella representa y reciba, también pueda extenderse a muchos adultos mayores, porque tenerla aún con nosotros es un regalo de Dios”, expresó Emilia.
El secreto de la longevidad
Emilia y Jovita, recuerdan: “la mamita comía sano, no trasnochaba, no fumaba ni bebía alcohol, era muy tranquila. Hoy no tiene mayores complicaciones de salud, no tiene escaras, solo una lesión a la cadera que sufrió en el terremoto de 2010, por eso utiliza silla de ruedas, pero siempre la vienen a ver del Cesfam. Antes vivíamos en Buin, con nuestro padre (Nicolás Berríos Astudillo), quien trabajaba en una parcela y ella tenía un negocio de abarrotes. Nuestra madre cuidó al papá que estuvo tres años postrado y, tras fallecer -cuando aún éramos niñas-, la mamá decidió instalarse con su negocio acá en Chanqueahue, donde trabajó hasta cerca de los 80 años”.
“Era muy trabajadora y preocupada de sus hijos, de sus nietos. Ella siempre imponía como independiente en el Seguro (ex Servicio de Seguro Social) para obtener su pensión. Su esfuerzo y dedicación nos impactaba mucho”, agregan, junto con mencionar que otra de sus hermanas, Elena, falleció a los 64 años.
Junto al cariño de la familia también está la atención permanente que la señora Filomena recibe de su cuidadora Isabel, quien dice: “Durante estos cuatro años le he entregado amor, la he integrado como persona y gozo con todo lo que hace. No la podemos dejar de lado, porque el adulto mayor debe ser la parte principal de una familia y, aunque no hable, siempre debe tener un lugar especial”.