Se plantea que el inglés no solo es una herramienta de comunicación, también es una lengua de dominación y colonialidad
En 2022, un grupo internacional de investigadores cuestionó el predominio del inglés como lengua franca en contextos académicos y científicos. El artículo publicado originalmente en una revista holandesa planteó diez principios para promover un intercambio más inclusivo y equitativo mediante el uso de múltiples lenguas.
“El inglés como lengua franca no garantiza la inclusión que promete. De hecho, su imposición puede excluir a comunidades académicas enteras y limitar la diversidad epistemológica”, afirmó Federico Navarro, académico del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de O’Higgins (UOH) y uno de los líderes de la investigación.
No solo inglés
El trabajo expuso -y sigue haciéndolo- que el inglés no solo es una herramienta de comunicación, sino también una lengua de dominación y colonialidad. “Cada lengua lleva consigo una historia y una cultura. Insistir en el inglés como único medio válido para la ciencia margina otras tradiciones intelectuales y contribuye a perpetuar desigualdades globales”, añade el Doctor en Lingüística.
Entre los ejemplos destacados por el informe, se menciona que las políticas lingüísticas centradas en el inglés desincentivan la traducción y la publicación en lenguas locales o minoritarias. “Esto afecta gravemente la visibilidad del conocimiento producido en regiones periféricas”, puntualiza el autor.
“La ciencia es un esfuerzo colectivo global. Ignorar el conocimiento producido en lenguas distintas al inglés limita nuestra comprensión del mundo y refuerza dinámicas de exclusión”, agrega.
El manifiesto aboga por estrategias inclusivas en conferencias y publicaciones, como el uso de traducción simultánea, la legitimación del translenguaje y la diversificación de las lenguas aceptadas en revistas científicas. “No estamos proponiendo eliminar el inglés, sino equilibrarlo con otras lenguas para garantizar que todos los actores académicos tengan la oportunidad de participar en igualdad de condiciones”, explica el Dr. Navarro.
Por último, los/as investigadores/as recalcan que la elección de la lengua en la ciencia no es neutral. “La lengua es poder. Decidir en qué idioma se publica o se presenta es un acto político que refleja y refuerza estructuras de poder. Necesitamos desafiar este paradigma si realmente queremos democratizar la ciencia”, puntualiza el académico UOH.
Publicación
Junto a Federico Navarro (UOH, Chile) trabajaron los/as investigadores/as Theresa Lillis (The Open University, Reino Unido), Tiane Donahue (Dartmouth College, Estados Unidos), Mary Jane Curry (University of Rochester, Estados Unidos), Natalia Ávila Reyes (Pontificia Universidad Católica de Chile), Magnus Gustafsson (Chalmers University of Technology, Suecia), Virginia Zavala (Pontificia Universidad Católica de Perú), Daniela Lauría (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Annabelle Lukin (Macquarie University, Australia), Carolyn McKinney (University of Cape Town, Sudáfrica), Haiying Feng (University of International Business and Economics, China), y Désirée Motta-Roth (Universidade Federal de Santa María, Brasil).
El artículo original ya ha recibido 52 citas y fue puesto a disposición en muchas otras lenguas, incluida la lengua de señas de Chile (https://www.escriturayaprendizaje.cl/elf/). Asimismo, en 2023 y 2024 se publicó en revistas científicas en español, portugués y chino, y se espera que continúe publicándose en otros idiomas.