En el establecimiento colchagüino nos explican cómo funciona el sistema de atención dependiendo de la gravedad del paciente
Las unidades de emergencia hospitalaria normalmente son muy concurridas por la población y a veces los tiempos de espera pueden ser muy extensos, sobre todo en esta temporada de invierno en que la demanda aumenta sustancialmente. En el caso de los establecimientos de mayor complejidad, dado que reciben a pacientes que no son necesariamente de la comuna, se implementaron los SAR, que permiten que las patologías de menor complejidad puedan ser atendidas en esos dispositivos.
Pero, ¿cómo saber cuándo acudir al Hospital o al SAR? La urgencióloga jefa de urgencias del Hospital de Santa Cruz, doctora Loreto Riveros, explica que es importante entender el concepto de urgencia “que es cuando un paciente tiene alguna enfermedad que esté comprometiendo su vida, no es un control para pacientes crónicos, no es una enfermedad que lleve varios días de evolución, sino que es algo abrupto, patologías que pueden ser mortales si se espera para ser atendido”.
Por ejemplo, un dolor intenso que no deja que el paciente pueda moverse, como pasa con algunas enfermedades como los cólicos renales, una glicemia extremadamente elevada, un paciente que tuvo un compromiso de conciencia, un dolor de pecho, una neumonía muy descontrolada y en el caso de niños menores de 7 años que tengan una fiebre incontrolable “este es el tipo de patologías que son prioritarias para el Servicio de Urgencia”, detalla la doctora Riveros.
“Si es algo más simple -explica-, aunque haya aparecido recientemente pero no me va a matar, por ejemplo, una gastroenteritis, entonces debo acudir al SAR. Muchas veces nos llegan cuadros con pacientes que tiene un dolor con una semana de evolución y eso generalmente no es una urgencia, ya que lleva mucho tiempo y si hubiese sido algo brusco va a generar un deterioro en cosa de horas y de minutos, eso es lo fundamental entender en el concepto de urgencia”.
En el caso de los niños que puedan estar resfriados o con congestión, la doctora Riveros precisa que no es necesario llevarlos a urgencia y que pueden ir al SAR o a un control en el policlínico porque “si ellos vienen por un resfrío o algo simple y llega un niño pequeño convulsionando, a ese resfrío probablemente lo vamos a dejar en espera mientras atendemos al niño que está convulsionando”.
“Ese es otro aspecto que no siempre se entiende -aclara- nosotros no atendemos por orden de llegada, nosotros atendemos por urgencia. Entonces perfectamente puede estar un paciente que lleva esperando media hora o 40 minutos, llegar otro que tiene criterio de mayor gravedad -que lo define la enfermera que recibe al paciente- y ese paciente va a tener una atención prioritaria, porque si yo no lo atiendo en cierto tiempo ese paciente puede deteriorarse rápidamente o fallecer, entonces mucha gente dice es que llevo esperando una hora, sí, pero lamentablemente empezaron a llegar otros pacientes graves y hay que atenderlos porque si no van a tener un deterioro fatal y para ese tipo de pacientes está la urgencia, si bien se atiende a todos, pero por supuesto con prioridad a los pacientes con riesgo vital”.
Al respecto, la enfermera supervisora de Urgencias del Hospital de Santa Cruz, Victoria Barraza explica que “nosotros llevamos ya varios años categorizando con el sistema ESI, nuestra categorización es profesionalizada, la hace un enfermero, no como en los hospitales de baja complejidad que lo hace un tens, entonces el personal que está evaluando en primera instancia a ese paciente, está capacitado para definir si es una emergencia o no. Entonces en base a esto se le va a otorgar la categorización, que va a ser 1, que es de emergencia, si el paciente tiene que pasar de inmediato a un reanimador, o va a ser 4 o 5, que como decía la doctora son pacientes que tiene dolencias de una semana, patologías que no son abruptas y que no necesitan una atención de emergencia en el minuto. El profesional va a categorizar y según eso va a ser el tiempo de espera entonces las urgencias no tienen un tiempo de espera definido, sino que va a depender de la cantidad de pacientes graves que tengamos en el momento”.