Tanto médicas como de otros profesionales han sido adecuadas a objeto de evitar que se junten demasiadas personas en el recinto asistencial
Las actuales condiciones de salud que afectan a nuestro país han obligado a los establecimientos hospitalarios a adoptar diversas medidas tendientes a evitar las grandes concentraciones de pacientes, a objeto de poder disminuir la posibilidad de contagio del Covid-19. Es así como en el Hospital de Pichilemu también han debido realizarse adecuaciones en beneficio de los usuarios, tanto ambulatorios como hospitalizados.
Al respecto, el director del recinto asistencial, doctor Francisco Roa, indicó que, en el caso de la atención abierta, en lo que corresponde a policlínico “mantenemos la atención de los pacientes crónicos por parte de los médicos, siempre y cuando el paciente esté descompensado de su patología crónica. La estrategia en este sentido es que cada uno de los médicos del establecimiento que tienen control de pacientes, el día anterior revisan la ficha de cada uno de sus pacientes y ven si están o no compensados desde el punto de vista del último control y de los exámenes de laboratorio que se siguen haciendo. Con estos antecedentes determina si es necesario que el paciente venga en caso de estar descompensado o si se le extiende receta y se le cita a control en 3 meses más”.
En el caso de los pacientes de morbilidad -es decir aquellos que requieren atención por patologías no crónicas-, se ha dispuesto de dos números telefónicos en el Some que son el 722336635 y 722336634 “donde todos los días entre las 14 y las 16 horas pueden llamar los pacientes y ahí un médico es el encargado de contestar el teléfono y les entrega orientación médica y si lo estima pertinente se le agenda una hora médica de morbilidad para el día siguiente, las cuales son dadas en forma escalonada para evitar que lleguen todos a la misma hora”, explicó el director del establecimiento.
El doctor Roa acotó que en aquellos casos en que no se requiere atención presencial de los médicos, se realizan las orientaciones pertinentes a los pacientes “por ejemplo, si requiere repetición de receta porque se le terminó algún medicamente o necesita algún certificado, se coordina de forma telefónica, precisamente para evitar que el usuario tenga que venir al hospital más de una vez”.
En el caso de los otros profesionales como son nutricionista, psicólogo, trabajador social o enfermera “la mayoría de las atenciones están suspendidas, a menos que el paciente esté descompensado”. Mientras que, en el caso de Salud Mental, se están haciendo llamadas a todos los pacientes que estaban citados “para evaluar su estado actual y si es necesario que acudan a alguna consulta presencial se le agenda una hora”, explicó el doctor.
De esta forma, el Hospital de Pichilemu busca el tratar de optimizar la atención de los pacientes, pero tratando de evitar al máximo los desplazamientos, que es una de las principales medidas para evitar el contagio del Covid-19.