Gracias a un trabajo conjunto de funcionarios y funcionarias del centro asistencial, el bebé Eidan Anthony Pizarro Allendes nació sin complicaciones
Los funcionarios del Hospital de Lolol fueron protagonista de un momento tan hermoso como es el nacimiento de una nueva vida, pese a no contar con maternidad al ser un establecimiento de base comunitaria, por medio de un trabajo de equipo que involucró desde médicos hasta guardias, se logró asistir a una usuaria que había acudido en busca de ayuda con síntomas claros de un parto inminente.
La historia comienza la madrugada del lunes 3 de julio en el turno del médico EDF Felipe Morales, quien da inicio a su relato contando que “me llama la TENS de urgencia y me dice que hay una paciente embarazada de término que está con contracciones y ganas de pujar. Al evaluarla estaba con una dilatación casi completa, es decir, estaba a punto de tener a su guagüita, pero al preguntarle los antecedentes me dice que venía grande para la edad gestacional y por eso se estaba controlando en alto riesgo obstétrico”.
Tras esto, el profesional clínico gestiona traslado al Hospital de Santa Cruz y solicita apoyo de la doctora Natalia Díaz para que lo cubriera mientras él se subía a la ambulancia para llevar a la paciente embarazada. “Llegué corriendo al hospital y me encontré con el Dr. Morales. Él creía que todavía teníamos tiempo para hacer el traslado. Y fue en ese momento cuando escuchamos a una de las TENS del equipo gritar -doctor, el bebé ya viene-”, explica Natalia Díaz.
Felipe Morales profundiza que ante esta situación, “tomé la decisión de no trasladarla y recibir la guagua en el Hospital de Lolol. Preparamos el campo, dimos las indicaciones y nos preparamos para recibir el parto. La salida del bebé fue rápida, tuvimos que hacer algunas maniobras y algunos procedimientos para que saliera sin problemas”.
La doctora Díaz entrega más detalles indicando que “rápidamente nos preparamos para el parto; el Dr. Morales lideró el trabajo de parto, yo me preparé para recibir al neonato, los TENS apoyaban con las vías venosas, el chofer de nuestra ambulancia traía insumos e incluso el auxiliar de aseo calentó las mantas para recibir al bebé”.
“Fueron momentos de mucha tensión e incertidumbre, puesto que no es algo común que nazca un bebé en las dependencias de nuestro hospital. Como equipo hicimos todo lo que pudimos para alentar y apoyar a nuestra paciente en trabajo de parto. No obstante, esto también fue angustiante, ya que el llanto del recién nacido no fue inmediato. Cuando finalmente nos dejó escuchar su voz por primera vez, sentí un gran peso liberarse de nuestros hombros y nos abrazamos de la emoción. Lamentablemente no teníamos tiempo de celebrar en ese momento, él se fue con la paciente y su bebé a Santa Cruz, mientras que yo me quedé en el hospital para cubrir la urgencia”, complementa la médica EDF.
Fue así como gracias al compromiso y apoyo de todos los funcionarios y funcionarias que participaron de ese turno, pudo nacer Eidan Anthony Pizarro Allendes. Su familia quedó muy agradecida, así lo refleja su padre Marco, quien confiesa que la situación la vivió “al comienzo con miedo ya que no contaban con los recursos suficientes, ni la experiencia de un parto, pero gracias a Dios salió todo excelente. Se portaron un siete, así que muy agradecido”.
Una de las claves para que todo saliera bien fue el trabajo en equipo, es por esto que el médico EDF otorga un reconocimiento a quienes participaron del parto informando que estaban “los cuatro TENS de urgencia, Marcela Peñaloza, Víctor Salas, Pía Briones, Yeniffer Fuenzalida, la guardia Jaqueline Araya, el chofer Raúl Machuca y el auxiliar de servicio Rubén Cabello. Fue un trabajo en equipo, donde ellos nos ayudaron en todo”.
Otro aspecto relevante, declara el profesional, fue que “hace como un mes estuve en un curso entregado por el Servicio de Salud que es de Urgencia Obstétrica, en el que realmente ocupé mucho del conocimiento que aprendí en ese curso en la atención de este parto, por lo tanto, es un llamado también para la gente de la dirección de servicio a seguir haciendo cursos, tratar de entregárselo a la mayor cantidad de profesionales que trabajamos en atención primaria, porque realmente son útiles”.
Finalmente, el doctor Morales afirma que “si bien fue una experiencia super bonita, recalcar que esto fue solo de urgencia, que nuestro hospital no está capacitado para recibir a todos los bebés solo en los casos en que sea más peligroso trasladarla y que tenga la guagua en la ambulancia”.