El inmueble ubicado en la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins sufrió severos daños tras el terremoto del 27-F. Su recuperación consideró una inversión de más de $1400 millones del Gobierno Regional
La recuperación de las instalaciones que conforman el Hogar de Ancianos San José de Rancagua ya es una realidad. Tras siete años, la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús- a cargo de este establecimiento-recibió un nuevo y moderno edificio con capacidad para 57 adultos mayores y ocho hermanas residentes.
La institución dedicada al servicio de los ancianos fue fundada en 1938 como casa de acogida en un terreno ubicado en la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins de la capital regional. Luego de años de funcionamiento el inmueble creció en tamaño, sin embargo, tras el fatídico terremoto del 27 de febrero del 2010, quedó con severos daños estructurales. “Pese a eso seguimos viviendo en este lugar hasta el 2014. Luego nos cambiamos a una casa ubicada en la Villa Don Mateo de Rancagua”, cuenta la directora del recinto, madre Cecilia Cuevas, refiriéndose al año en que iniciaron las obras para restaurar el hogar.
El proyecto fue financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), con el apoyo técnico de la Municipalidad de Rancagua. La inversión superó los $1.400 millones.
La inauguración oficial de las obras se llevó a cabo durante una emotiva ceremonia realizada la mañana de este jueves, en dependencias del hogar y contó con la presencia de autoridades comunales, regionales y eclesiásticas.
En la oportunidad, la gobernadora (s) de la provincia de Cachapoal, Leonor Díaz, quien encabezó el acto, se refirió a la importancia de la iniciativa y el impacto que generará en la comuna.
“Para nuestro Gobierno esto es un orgullo, porque va a cumplir uno de los compromisos que ha tenido nuestra Presidenta Michelle Bachelet para dar oportunidad e igualdad a todos. No solamente nos hemos preocupado de la primera infancia y de la educación de los jóvenes, sino que además de los adultos mayores, generando distintos proyectos destinados a este sector tan importante de nuestra sociedad. Queremos que ellos sean felices y una de las maneras de dignificar sus vidas es entregando un espacio como éste”, señaló.
Asimismo, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, agradeció “la disposición del Gobierno Regional y del Consejo Regional que dispusieron los recursos. Las instalaciones que hoy se entregaron son increíbles y van a permitir duplicar la cantidad de cupos que existían hasta antes del terremoto. Las condiciones nos hacen sentir a todos muy contentos, ya que aquí hay una buena inversión pública, muy importante en beneficio de los adultos mayores que lo necesitan”.
El obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, en tanto, expresó que “con una inmensa alegría recibimos esta obra, un sueño que esperábamos desde aquel día del 27-F cuando se destruyó este hogar”.
“Este lugar dignifica a los adultos mayores que merecen toda nuestra atención en una sociedad donde cada vez se vive más. Los adultos mayores, en especial los más pobres, requieren de lugares dignos, por tanto sentimos una gratitud muy grande hacia todos los que han hecho posible esta obra de amor”, agregó.
El recinto cuenta con una superficie de 1.930 m2, distribuidos en una construcción nueva que incluye una capilla de un piso en doble altura. La obra consideró la reposición del pabellón central de dos pisos, la remodelaron de un pabellón lateral de dos pisos con habitaciones y salas de terapia.
El primer piso comprende un área pública donde se ubica el acceso principal, hall de distribución, recepción, oficinas, sala de reuniones, baño de visitas, y ascensor. También se encuentra el área privada de la comunidad de hermanas que contempla un pasillo de distribución, sala de estar, comedor, lavadero, cocina, cuatro dormitorios, un oratorio, y 16 habitaciones para los residentes.
El segundo piso cuenta con 227, 47 m2 y en él se emplaza un comedor, cocina, estar, sala de reunión, baño y camarines para los funcionarios, sala multiuso, bodega, y un pasillo con cuatro dormitorios con baño privado para las hermanas. Complementariamente el proyecto consideró equipamiento en cada recinto.