La académica e investigadora del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente, Karla Yohannessen, asegura que “si existe una exposición conjunta de contaminación y el virus de covid-19, las probabilidades de adquirir la enfermedad aumentan
El avance de la pandemia del coronavirus en nuestro país durante las últimas semanas derivó en un nuevo encierro para toda la Región Metropolitana, luego de que el número de contagios diario sobrepasara en varias oportunidades los 8 mil casos y con una ocupación hospitalaria que distintos actores de la salud calificaron como “colapso”.
Esta situación es particularmente preocupante, entendiendo que Chile está ad portas de entrar al invierno, estación donde los índices contaminantes aumentan y los problemas respiratorios se hacen más evidentes. Esta realidad se torna más compleja en el contexto de emergencia sanitaria en que nos encontramos, con escasos cupos en recintos asistenciales y con un personal de salud agotado luego de más de un año de pandemia.
Cifras de la OMS apuntan a que 600 millones de personas en América Latina se encuentran expuestas frecuentemente a contaminantes por industrias, significando el 23% de las muertes mundiales. En Chile esta situación no es diferente, pues el 12% de las muertes anuales se deben a factores ambientales modificables. De hecho, alrededor del 60% de la población se encuentra expuesta a concentraciones de material particulado superiores a lo permitido, causando cerca de 3.000 hospitalizaciones y 4.500 defunciones cada año.
Ante esta situación, especialistas del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente (PROMA) de la U. de Chile, destacan la urgencia de tomar medidas para fomentar la acción intersectorial y crear ambientes más saludables que mejoren la calidad de vida de manera sostenible, especialmente en días donde la pandemia alcanza sus niveles más complejos.
¿Menos contaminación por confinamiento?
El académico de la Facultad de Ciencias de la U. Chile y miembro de PROMA, Carlos Manzano, apunta a que “se habla sobre la disminución de la contaminación por el confinamiento, sin embargo, esto también se debe a que las lluvias aumentaron en la Región Metropolitana. Uno de los grandes errores que podemos cometer es el generalizar, pues la contaminación intradomiciliaria está capturando gran atención. El espacio es menor, lo cual provoca menor dispersión de los contaminantes que pueden ser productos de limpieza, calefacción y polvo, entre otros”, comentó.
Por su parte, la académica del Instituto de Salud Poblacional de la Facultad de Medicina y miembro de PROMA, Karla Yohannessen, afirma que “la exposición de concentraciones muy altas en el corto plazo causa efectos agudos, como la irritación de las vías respiratorias, disminución de la función pulmonar, tos, entre otros. También existen exposiciones a concentraciones bajas de contaminantes a largo plazo, lo que produce efectos crónicos en los sistemas respiratorios, cardiovascular y la aparición de cánceres”.
Todos estos problemas pueden agravarse en medio de la emergencia sanitaria que vivimos por el covid-19. “En términos inmediatos, el estar rodeados de contaminación atmosférica produce una inflación de las vías respiratorias. Por ello, si existe una exposición conjunta de contaminación y el virus de covid-19, las probabilidades de adquirir la enfermedad aumentan. De hecho, ya existe evidencia de que a mayor contaminación, más casos de covid se registran”, añadió Yohannssen.
Es por esto que desde el Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente recomiendan a la población tomar medidas para no sumar factores de riesgo. “Es muy importante cuidarse de la contaminación externa, pero también, no debemos olvidar que en tiempos de cuarentena hay que protegerse de la contaminación intradomiciliaria, que se puede producir por el uso de cocinas, estufas y productos de limpieza”, agrega la investigadora.
Finalmente, desde PROMA hacen un llamado a que las autoridades adopten las acciones necesarias para enfrentar estas amenazas de mejor manera. “Desde el Estado se debe apuntar a reducir el contagio por covid-19 mediante una estrategia un poco más organizada de lo que se ha presentado hasta ahora. Esto debe ser potenciado con medidas que reduzcan los niveles de contaminantes exteriores, como lo es una cuarentena efectiva que impida el desplazamiento, además de educar a la población en el uso de instrumentos que pueden contaminar el espacio del hogar”, puntualiza Yohannssen.