La importancia del apoyo psicológico para las personas que padecen Parkinson es fundamental en la gestión integral de esta enfermedad neurodegenerativa crónica, que afecta principalmente al sistema motor
El Día Mundial del Parkinson se celebra el 11 de abril de cada año con el objetivo de concienciar sobre esta condición, cuyas consecuencias pueden variar de persona a persona e incluir temblores, rigidez muscular, problemas de postura, alteraciones del habla y la escritura, así como dificultades para dormir.
En los últimos años, el Parkinson ha experimentado un significativo aumento a nivel mundial, convirtiéndose en el trastorno neurodegenerativo de mayor crecimiento. Este incremento es especialmente notable en Latinoamérica, con países como Chile destacándose por su aumento en la esperanza de vida, convirtiéndose en uno de los más longevos de la región.
En la esfera de la salud mental, los aspectos emocionales de los pacientes con Parkinson son variados y complejos. Pueden experimentar síntomas de depresión, como tristeza, desesperanza y pérdida de interés en actividades placenteras. También pueden sentir ansiedad por el futuro, preocupación por los cambios en su salud y temor sobre cómo la enfermedad afectará su vida diaria y sus relaciones. Además, el estrés puede surgir debido a los desafíos físicos, como la rigidez muscular y el temblor, y los sentimientos de pérdida y baja autoestima relacionados con la progresiva disminución de las capacidades físicas y la calidad de vida. El aislamiento social también es común debido a las dificultades para participar en actividades sociales.
Por lo tanto, es crucial abordar estos aspectos emocionales mediante el apoyo psicológico. La terapia individual o los grupos de apoyo pueden ser beneficiosos, ya que proporcionan un espacio seguro donde el paciente puede expresar sus preocupaciones, miedos y frustraciones, y trabajar en estrategias de afrontamiento. El apoyo familiar también es fundamental para el bienestar emocional de las personas con Parkinson, ya que los familiares pueden ofrecer contención, paciencia, y también apoyo con las tareas diarias.
Además del apoyo psicológico, es importante proporcionar educación sobre la enfermedad para reducir la ansiedad y la incertidumbre. Cuando se recibe el diagnóstico, es común saber poco sobre la naturaleza de esta patología, por lo que comprender la enfermedad y sus síntomas puede ayudar a los pacientes y cuidadores(as) a sentirse más capacitados para manejarla.
En conclusión, el apoyo psicológico es esencial para las personas que padecen Parkinson y sus cuidadores(as). Además del tratamiento médico adecuado, el acceso a servicios de apoyo y la educación sobre la enfermedad son componentes clave para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición y sus familias.