A medida que avanza la propagación del Covid-19 tanto en Chile como a nivel mundial, ha quedado en evidencia que existen una serie de problemas de salud que pueden empeorar en quienes padecen el virus
Tal es el caso de la Hipertensión Arterial (HTA), una enfermedad altamente prevalente en la población nacional y cuya incidencia aumenta significativamente con la edad.
Si bien los estudios publicados hasta ahora establecen una importante asociación entre la Hipertensión Arterial y el Covid-19, hasta el momento no hay evidencia sólida que respalde una relación de causalidad de esta asociación.
Al respecto, el cardiólogo del Centro Médico RedSalud Arauco, Germán Ramos, destaca que gran parte de esta información proviene de registros de pacientes hospitalizados por el virus, y si bien éste puede contagiar a cualquier persona, es sabido que la evolución más grave y que requiere hospitalización, se da principalmente en personas mayores de 60 años y con varias enfermedades, entre ellas la Hipertensión Arterial.
“La Hipertensión Arterial es un factor precursor conocido y clave para el desarrollo de patologías que se agrupan dentro de la Enfermedad Cardiovascular, tales como el daño cardíaco por HTA, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria y arritmias complejas. Este grupo de enfermedades tienen un riesgo mayor de daño cardíaco y mortalidad por Covid-19, debido a que la infección puede descompensar estas enfermedades preexistentes, y desencadenar complicaciones tales como infarto, daño cardíaco agudo, arritmias clínicamente relevantes, o incluso provocar un daño por inflamación del corazón miocarditis”, asegura el especialista.
De hecho, existen grupos de pacientes con Covid-19, cuya evolución está siendo monitoreada para poder despejar muchas dudas que aún existen en torno al virus, por lo que es importante que los pacientes hipertensos respeten estrictamente las medidas de aislamiento social y las recomendaciones de uso de elementos de protección personal entregadas por las autoridades sanitarias.
“Si un paciente con Hipertensión Arterial se encuentra en una situación clínica estable, es mejor evitar asistir a centros asistenciales que puedan tener un alto riesgo de contacto o exposición con otros pacientes (servicios de urgencia o centros con alta concentración de pacientes contagiados). Lo que se sugiere es utilizar la monitorización propia de la presión arterial en casa, acudir a centros con baja probabilidad o concentración de pacientes Covid-19. El uso de sistemas de telemedicina actuales también constituye una buena alternativa para la atención de pacientes ambulatorios.
Por otro lado, en el caso de que un paciente con hipertensión sufra una descompensación aguda (síndrome coronario agudo, insuficiencia cardiaca descompensada, arritmias de alta complejidad o frecuencia), debe acudir de inmediato a urgencia, idealmente a un centro asistencial que tenga espacios protegidos de pacientes con COVID-19, y que el flujo y los tiempos de atención sean más seguros y eficientes para una evitar una exposición prolongada”, advierte el profesional.
Otro punto importante es que este tipo de pacientes no suspendan su tratamiento farmacológico, a menos que un experto así lo indique. Hasta ahora no hay evidencia concreta que permita afirmar que el tratamiento específico con algunos fármacos antihipertensivos se asocie a mayor probabilidad de contagio.
¿Cómo prevenir e identificar la hipertensión?
La Hipertensión Arterial puede estar presente en un amplio rango etario de pacientes, pero su mayor prevalencia se observa en personas mayores de 60 años.
Si bien esta enfermedad tiene un componente hereditario, según explica el especialista, existen medidas no farmacológicas que son de utilidad tanto para la prevención primaria, es decir, evitar su aparición, como para el tratamiento de ésta.
“Es clave realizar actividad física aeróbica entre 90 y 150 minutos a la semana, mantener una alimentación basada en frutas, vegetales, frutos secos y alimentos bajos en grasas saturadas, aumentar la ingesta de potasio (3 – 5 g/día) y disminuir el consumo de sodio (ideal menos de 1.5 g/día), eliminar el tabaco y disminuir el consumo de alcohol”, aconseja el doctor Ramos.
Aun cuando la hipertensión suele compararse con “un asesino silencioso”, ya que muchos pacientes no presentan síntomas, existen algunos casos con problemas que debemos considerar como una alerta: cefalea, alteraciones auditivas o visuales (fotopsias o destellos) y sensación de calor similar al bochorno. En oportunidades más graves, se puede observar angina o dolor en el pecho, disnea o falta de aire e incluso síndromes coronarios agudos, edema pulmonar, o accidentes cerebrovasculares de tipo hemorrágico (emergencia hipertensiva).
“Una forma de hacer una pesquisa y también seguimiento, es medir de manera repetida la presión arterial ya sea en el domicilio o en una consulta médica. Otra alternativa es el monitoreo continuo de la presión arterial por parte de un dispositivo llamado Holter, que automáticamente realiza un número significativo de mediciones de manera ambulatoria, en un plazo de 24 horas”, concluye el experto.