La pérdida de la capacidad del riñón es uno los temas sanitarios más serios del país, por ello, es muy importante evitar las enfermedades que la originan
La enfermedad renal crónica (ERC) es una patología cubierta por el AUGE que describe la pérdida gradual de la capacidad del riñón, órgano encargado de filtrar los desechos y excesos de agua en la sangre a través de la orina. Es producida por otras enfermedades y en su estado más avanzado provoca la pérdida de la función renal, que debe ser reemplazada por un proceso artificial: la diálisis.
“En Chile la mayoría de los pacientes renales son diabéticos e hipertensos. Estos pacientes también tienen otras enfermedades asociadas, por lo que son inmunológicamente deprimidos, con mayor riesgo a afecciones cardiovasculares, por lo que tienen mayor riesgo de infarto. En nuestra unidad, que tenemos más de 100 pacientes crónicos, cerca del 35 % son diabéticos y el 10 % son hipertensos”, aseguró el jefe de la Unidad de Diálisis del HRLBO, Dr. Juan Esteban Romero.
Otras patologías que pueden provocar problemas renales, son los daños a la próstata y los cálculos renales, las complicaciones óseas que producen alteraciones en la mineralización de las articulaciones de los huesos, amiloidosis, arteriosclerosis, entre otras; el exceso de antinflamatorios y la automedicación también. Además, y atendiendo la contingencia, la ERC es un factor de riesgo para pacientes con COVID-19.
La ERC en estado avanzado es irreversible, es decir, una vez que se llega a la diálisis no se puede salir, por lo tanto, es una patología es de alto costo para el Estado ocupando cerca del 22 % del presupuesto del AUGE. Por todo esto es muy importante prevenir las enfermedades previas y así evitar llegar a las etapas avanzadas.
“Hay que pensar bien las estrategias para que evitemos llegar a etapas posteriores que terminen en diálisis, que es el reemplazo artificial de la función renal. Estos últimos cuatro años se han creado las UCRAS, unidades de cuidados renales avanzados, con el objetivo de prorrogar el tiempo de tratamiento médico antes de la diálisis, todo esto con el apoyo de un equipo multidisciplinario”, agregó el doctor Romero.
Para la nefróloga del HRLBO, Dra. Francisca López, hay formas de evitar los daños renales. “Los factores de riesgo de la ERC tienen varias aristas, pero una de ellas es la corrección de los riesgos cardiovasculares: que son el control de la obesidad, el control metabólico en el caso de los pacientes diabéticos, la presión arterial, el cese del hábito tabáquico, en general, son los hábitos de la vida saludable. Otra forma de evitar estas progresiones, es no consumir antinflamatorios, mantenerse solo con paracetamol o consultar con su médico”, aseguró la médico internista.
Por último, el nefrólogo de la Unidad de Diálisis aseguró que además de los consejos de vida saludable, es muy importante realizarse los estudios preventivos. “Hay exámenes para detecciones en los policlínicos (Cesfam). Todos los años uno debería controlarse la presión arterial, porque el 25 % de la población es hipertenso. Si es diabéticos hay que mantener una glicemia en rango normal, con control de hemoglobina cada tres meses. Los exámenes de sangre deberían hacerse desde los 35 años de edad”, concluyó el Dr. Juan Esteban Romero.