Cargado de emotividad estuvo la ceremonia de certificación de los Talleres de Chocolatería ejecutados durante el período de 2013 organizada por la unidad de Salud Mental del Hospital Santa Filomena de Graneros y que es parte del programa regional de actividades del Servicio de Salud O’Higgins.
La iniciativa, que se realiza desde el año 2011, está a cargo de 5 profesionales, el encargado del programa de salud mental, Danilo Rubio, los psicólogos Pablo Saavedra y Mariella Krause, la asistente social Gabriela Arriagada y la monitora Marcia Barrera.
“Llegué por una depresión severa que no quería asumir, pero en el mismo consultorio cuando estaba embarazada me dijeron que tenía que tratarme, porque ya era mucho lo que lo estaba dilatando. Llegué con mucha desconfianza, sin ganas donde don Pablo (psicólogo del programa) y él, durante el tiempo que me estuvo tratando, me dio el pase para este taller de chocolatería que al principio no le tenía mucha fe, ni tampoco tenía las ganas, ni los ánimos”, afirma Claudia Valenzuela, una de las participantes del curso.
“Nosotros como Servicio estamos muy preocupados del desarrollo de la salud mental en la región de O’Higgins. Los resultados que nos entrega este tipo de talleres nos demuestra la importancia que tienen y nos compromete a continuar realizándolos en toda nuestra Red”, destaca el director del Servicio de Salud O’Higgins, Dr. Cristián Gabella.
El encargado de este programa en la comuna de Graneros es el médico cirujano Danilo Rubio quién nos explica en detalle los principales objetivos. “Este programa que está enfocado a todas las patologías mentales, lo que es depresión, casos de déficit atencional, trastornos ansiosos. Todas las patologías mentales de la comuna de Graneros más Mostazal y Codegua que también como centro de referencia lo revisamos nosotros. Se hizo este taller con la finalidad de dar cobertura no tanto en el ámbito clínico sino que más en el ámbito taller. La idea es que las pacientes no solo conversaran de sus problemas, sino que también tuvieran una instancia para compartir, de estar en una instancia diferente, de aprender y de esa manera compartir sus experiencias”, detalla el facultativo.
Fabiola Mora es otra de las usuarias que terminó este curso y nos cuenta la importancia de esta iniciativa en su vida. “Ha significado sentir que el chocolate se le puede dar un uso productivo, algo bello y algo que me ayuda a que mis hijos quieran estar conmigo, trabajar conmigo, mi esposo me ayuda también. Ha significado tanto familiarmente, personalmente y como grupo un gran adelanto, una mejora tal que cuento con personas que me quieren, me siento querida”, afirma Mora.
Una de las claves para el éxito de este taller es la cercanía que logra la monitora Marcia Barrera con sus alumnas. “Yo fui usuaria de este Hospital, llegué por víctima y dentro del proceso el psicólogo conoció mi trabajo y me invitó a participar de este programa, entonces para mi es más emotivo y súper apasionante el poder estar acá porque las entiendo y soy parte de ellas y las ayudo también”, asevera la profesora.
Y es que además de una ayuda terapéutica también se convirtió en una efectiva herramienta de trabajo como nos detalla Pablo Saavedra, psicólogo del Hospital de Graneros. “La experiencia ha sido súper positiva, partimos con pocas expectativas de sólo visualizar a las mujeres y terminamos transformándonos en una fuente laboral alternativa para ellas. Han postulado a proyectos del Fosis (Fondo de Solidaridad e Inversión Social) y han salido adelante con sus familias, entonces entran de una manera y salen totalmente renovadas, cambiadas y haciéndose cargo de sus vidas, este taller ha sido muy positivo para ellas”.
“Llegue sin expectativas, pero este taller me sirvió. Gracias a Dios salí de mi depresión y me ha dado herramientas para seguir adelante, porque me enseñó un emprendimiento lo que me sirvió económica y anímicamente, de hecho me sirvió para postular a Fosis. Ahora soy una pequeña emprendedora y logré grandes amigas como la profesora” enfatiza Claudia.
Fabiola por su parte también está empezando su camino como microempresaria “actualmente me especializo en alfajores, yo preparo una ración de 100 alfajores semanales, mi esposo me ayuda a distribuir y vender y nos están ofreciendo ahora por la municipalidad el asociarnos, tener personalidad jurídica y poder postular a los proyectos tanto como grupo y también de manera individual, eso está pasando como resultado de este taller de chocolates”.