La ONG internacional Sinergia Animal destaca el rol de la alimentación para detener el aumento de las temperaturas en el planeta
En el marco del Día Mundial de Acción contra el Calentamiento Terrestre, Sinergia Animal hace un llamado a reflexionar sobre cómo nuestras elecciones alimentarias son clave para reducir nuestro impacto negativo en el ambiente. Si pensamos en el planeta al hacer las compras de nuestros alimentos, muchas personas se sorprenderían al conocer la huella que dejamos con cada alimento que elegimos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ganadería industrial (la cría masiva de animales para producir carne, leche y huevos) es responsable del 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que la convierte en uno de los mayores impulsores del calentamiento global.
La ganadería industrial: El gran derrochador de recursos.
La ganadería industrial no solo genera emisiones masivas de metano y otros gases, sino que también ocupa la mitad de las tierras habitables del planeta, principalmente para criar animales y cultivar los alimentos que ellos consumen. Estudios recientes han demostrado que el 83% de las tierras agrícolas se utiliza para la producción de carne y lácteos, aunque estos productos solo aportan el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas que consumimos a nivel global.
«¿Por qué seguir malgastando estos recursos? Si adoptáramos una alimentación basada en plantas podríamos reducir el uso de las tierras agrícolas en un 75%. Este cambio evitaría la deforestación masiva, contribuyendo a la captura de carbono y la conservación de la biodiversidad”, asegura Benjamín Mujica, gerente de Relaciones Corporativas en Sinergia Animal Chile.
Agua: Un recurso vital que se desperdicia
La ganadería industrial no solo es responsable de la deforestación y pérdida de hábitats, sino que también consume cantidades alarmantes de agua y recursos naturales. Según un estudio reciente publicado en Nature, reemplazar el 50% de los productos animales (como carne de vaca, cerdo, pollo y leche) con alternativas vegetales podría reducir el uso global de agua en un 10%, además de liberar 653 millones de hectáreas de tierra y disminuir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.
«El mayor desafío es que no asociamos el consumo de productos animales con el derroche de agua que implican. Cuando compramos nuestros alimentos, rara vez pensamos en el impacto detrás de esos productos. Es urgente empezar a tomar conciencia de esta conexión», afirma Mujica.
A esto se suman otros alimentos de origen animal que también demandan grandes cantidades de agua. Un litro de leche de vaca equivale a más de 628 litros de agua consumidos durante su producción.
Es importante recordar que, para 2023, Chile fue considerado como uno de los países con mayor estrés hídrico del mundo, según World Resources Institute, siendo el único país de Latinoamérica en esta posición. Esto quiere decir que la demanda de agua es mucho mayor a la cantidad de recurso disponible.
Además, el sistema alimentario global, impulsado por la ganadería, es el principal responsable de la acelerada pérdida de biodiversidad en todo el mundo. Este impacto se debe a la conversión masiva de ecosistemas naturales en tierras agrícolas y pastizales, poniendo en riesgo a miles de especies.
La solución está en tu plato
En este Día Mundial de Acción contra el Calentamiento Global, Sinergia Animal propone una solución clara y accesible: adoptar una alimentación basada en plantas. Cambiar nuestros hábitos alimentarios no solo es una herramienta poderosa para mitigar el cambio climático, sino que también es una forma de promover un sistema alimentario más justo y sostenible.
«El impacto de nuestras elecciones alimentarias es inmenso», dice Mujica. «Optar por una alimentación que reemplace las proteínas animales por alternativas vegetales es una de las acciones más efectivas para combatir el cambio climático y proteger nuestro planeta», concluye.