En un mundo plagado de discriminación por razón de edad y género hacia las mujeres mayores, la idea de que estas puedan sentir atracción por hombres más jóvenes se ve aún más desafiante. La reciente noticia sobre Cher, la icónica cantante de 78 años, saliendo con un hombre de 38 años, ofrece una oportunidad única para poner en la mesa este tema, y a su vez intentar desafiar los estereotipos arraigados y reivindicar el derecho de las mujeres mayores de emparejarse con hombres menores, así nos señala Agnieszka Bozanic Leal, docente investigadora Escuela de Psicología UNAB sede Viña del Mar. Presidenta Fundación GeroActivismo.
El patriarcado impone expectativas injustas sobre cómo deben comportarse las mujeres a medida que envejecen, perpetuando la idea de que su valor disminuye con el paso del tiempo. Esta mentalidad no solo es injusta, sino que también socava la autoestima de las mujeres mayores y limita sus oportunidades de amor, romance y sexualidad. En específico, el viejismo machista se manifiesta en la manera en que la sociedad juzga y critica a las mujeres mayores que buscan relaciones con hombres más jóvenes. Se les llama con términos despectivos como «predadora», insinuando que están violando normas sociales establecidas y explotando a sus parejas más jóvenes. Las mujeres mayores tienen una riqueza de experiencias y sabiduría que pueden aportar a una relación, enriqueciendo la vida de sus parejas más jóvenes.
Esta percepción sesgada ignora por completo la posibilidad de que ambos estén genuinamente enamorados y compartan una conexión significativa más allá de la edad, además de denigrar la autonomía de las mujeres mayores, perpetuando la idea de que solo son deseables si se ajustan a los estándares de belleza y comportamiento hegemónicos dictados por el patriarcado.
Del mismo modo, también es esencial desafiar los estereotipos que rodean a los hombres jóvenes que se sienten atraídos por mujeres mayores. En lugar de ser vistos como inmaduros o interesados únicamente en la búsqueda de aventuras, desvirtúa la complejidad y la autenticidad de sus sentimientos y experiencias. Estos hombres debiesen ser vistos como individuos que han encontrado una conexión genuina y significativa con una mujer mayor. Al igual que las mujeres mayores, tienen derecho a buscar y disfrutar de relaciones significativas y satisfactorias, independientemente de la edad de sus parejas.
Es así como el ejemplo de Cher, conocida por desafiar las normas y romper barreras a lo largo de su carrera, personifica la idea de que la edad no debería ser un impedimento para las relaciones sexoafectivas. Su relación con un hombre más joven desafía directamente las expectativas impuestas por el patriarcado sobre cómo deben comportarse las mujeres mayores en el ámbito romántico. Al negarse a conformarse con las restricciones impuestas por este tipo de discriminación, Cher envía un poderoso mensaje de empoderamiento y autonomía para las mujeres mayores. Su ejemplo demuestra que las mujeres mayores tienen el derecho y la capacidad de buscar relaciones amorosas y sexuales significativas, independientemente de la edad de sus parejas.
En un mundo donde el viejismo machista sigue siendo una realidad, es crucial seguir desafiando las normas restrictivas y fomentar un ambiente donde todas las personas, independientemente de su edad o género, puedan amar y ser amadas sin miedo al juicio. Reconocer y desafiar estas normas opresivas nos permite crear un mundo más inclusivo y equitativo, donde todas las personas tienen la libertad de amar y ser amadas sin restricciones arbitrarias. La clave en cualquier relación, independientemente de la diferencia de edad, radica en el respeto mutuo, valores compartidos, la comunicación abierta, la compatibilidad emocional y una atracción mutua. Mientras exista consentimiento y reciprocidad en la relación, no debería importar la edad de los involucrados.
En última instancia, lo que importa es la felicidad y el bienestar de las personas involucradas, no la percepción limitada de la sociedad sobre la edad y el amor, el cual debería ser celebrado en todas sus formas, sin importar la edad o el género de los involucrados. Es hora de abrazar la diversidad en todas sus formas y reivindicar el derecho de las mujeres mayores a sentir atracción por hombres más jóvenes, y viceversa.