
Una alianza público-privada permitió incorporar criterios de adaptación al cambio climático en la estrategia del principal cultivo frutícola de O’Higgins
Tras la exitosa implementación de un Acuerdo de Producción Limpia (APL) orientado a fortalecer la producción y exportación de cerezas, el Gobierno Regional de O’Higgins junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo (ASCC) certificaron a 25 empresas productoras de la región, que alcanzaron significativos avances en el uso de energías renovables, la reducción del consumo de agua y plaguicidas, así como en la mejora de la gestión de los residuos.
El APL “Adaptación al Cambio Climático para Productores de Cerezos de la Región de O’Higgins”, articulado por la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), consideró una inversión superior a los $54 millones en tecnologías de eficiencia hídrica y energética. Además, abordó temáticas transversales como la gestión adecuada de agroinsumos y residuos, la capacitación laboral y las buenas prácticas productivas, enfocándose principalmente en MiPymes, que representan el 90% de las empresas adheridas.
Para el gobernador regional, Pablo Silva Amaya, «producir fruta de calidad es fundamental en el desarrollo de nuestra región, así que mi agradecimiento a cada uno de los agricultores que hoy se están certificando, así como reafirmar el compromiso que tenemos como Gobierno Regional de aportar al progreso de la región, pero también al tema medioambiental”, agregando que en este proyecto “ha trabajado el mundo público y el mundo privado. Juntos producen buenos efectos. Unos de los sectores prioritarios para nosotros es justamente la agricultura, así que estamos muy contentos de impulsar esta iniciativa que apoya a nuestros productores de cerezos”.
“Hoy celebramos que 25 productores optaron por una forma distinta de hacer agricultura: más limpia, más consciente, más innovadora y, sobre todo, más resiliente. Gracias a esta alianza entre productores, instituciones públicas, gremios y el Gobierno Regional, pudimos intervenir más de 340 hectáreas en 13 comunas de la región, avanzando en ámbitos clave para el futuro, como la resiliencia climática, la innovación y la asociatividad”, señaló Sebastián Carvallo, subdirector de Producción Sustentable de la ASCC.
Este esfuerzo colaborativo fue suscrito en 2022 en el marco del programa “Adaptación al cambio climático para productores de cerezo”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins, con una inversión superior a los $151 millones de pesos. También contó con el respaldo técnico de los Ministerios de Agricultura, Energía y Medio Ambiente, así como de Achipia y Odepa.
Avances relevantes del APL
El APL impulsó la adopción de tecnologías como paneles solares, bombas de alta eficiencia, sensores de riego y mejoras en infraestructura hídrica y energética. Uno de los hitos fue la expansión del riego por goteo, que hoy alcanza el 95% de la superficie regada. Esto permitió reducir el consumo de agua en un 6,04%, pasando de 8.058 a 7.571 m³/hectárea entre las temporadas 2020-21 y 2023-24.
Juan Carlos Rivas, productor de cerezos en Olivar, sostuvo que “nos ha servido mucho la participación en esta actividad porque hemos mejorado en todos los aspectos en el uso de agua limpia y aplicación de nuevas tecnologías”.
Su par de Quinta Tilcoco, Alfredo Carrasco, afirmó que la idea es “comercializar fruta de mejor calidad, más inocua para las personas que las están consumiendo, entonces finalmente va en beneficio de los agricultores, pero también el beneficiario final es el consumidor de estos productos más limpios”.
En tres años, se logró una reducción del 6,5% en residuos domiciliarios y un 3,6% en restos orgánicos. Además, el 100% de los envases de plaguicidas fueron gestionados en puntos limpios acreditados, asegurando una disposición ambientalmente segura. Para Víctor Catán, presidente de Fedefruta, “los APL son muy importantes para el mundo del agro, porque nos entregan competitividad a la hora de comercializar nuestra fruta. Nuestra fruta no es solo un commodity, es salud, es inocuidad, y es lo que el mercado exige hoy. Nosotros estamos en los estándares más altos a nivel mundial, y este tipo de acuerdos permite que productores que no están en esa línea puedan optar a esos mercados. Por eso es tan importante subir al carro del progreso rural a todos los productores con este tipo de iniciativas”.
El uso de fertilizantes aumentó en línea con el crecimiento productivo (10,88% en líquidos y 9,86% en sólidos), mientras que los plaguicidas disminuyeron en un 7,9%, lo que evidencia un manejo más técnico y sostenible. En diversificación energética, un 23% de los productores incorporó energía solar, mientras que el 77% sigue conectado a la red eléctrica y solo un 2% utiliza diésel, marcando una transición hacia fuentes más limpias.
Otro hito fue la capacitación de 205 trabajadores, con más de 586 horas de formación en manejo de plagas, eficiencia energética, riego y prevención de riesgos.
Hacia una producción sustentable
Chile lidera la producción y exportación mundial de cerezas, con más del 90% de los envíos destinados a China. La Región de O’Higgins es el principal polo productivo, concentrando el 42,3% de la superficie nacional (cerca de 30 mil hectáreas) y generando más de 250 mil empleos, de los cuales un 41,4% son ocupados por mujeres.
El APL sienta un precedente en la industria frutícola chilena, demostrando que la sustentabilidad es clave para mantener el liderazgo en los mercados internacionales.