
El especialista advierte que malos hábitos como no limpiar derrames, mezclar alimentos crudos con cocidos o guardar productos vencidos pueden convertir a su refrigerador en un verdadero foco de contaminación
Tu refrigerador puede parecer limpio, pero si no se mantiene con higiene y orden, podría transformarse en el lugar perfecto para que proliferen bacterias peligrosas para nuestra salud.
Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, advierte que gérmenes como Listeria monocytogenes, Salmonella o Escherichia coli pueden sobrevivir y multiplicarse incluso a bajas temperaturas si se descuidan las condiciones básicas de conservación.
“Muchas de estas bacterias provocan enfermedades gastrointestinales que van desde cuadros leves con diarrea y fiebre, hasta infecciones graves como la listeriosis, especialmente peligrosas para embarazadas, adultos mayores y personas inmunocomprometidas”, señala la nutricionista.
Errores más comunes
Existen algunas prácticas habituales que pueden favorecer la llamada contaminación cruzada, como guardar alimentos sin tapar, dejar carnes crudas junto a productos listos para el consumo, no limpiar derrames o sobrecargar el refrigerador con comida . Rojas menciona que incluso dejar alimentos calientes dentro del refrigerador o mantener productos vencidos puede alterar la temperatura interna y favorecer la proliferación de microorganismos.
Una buena manera de evitar este escenario, según la académica, es organizar el refrigerador de forma estratégica .
Las carnes crudas deben ir en la parte más baja en envases herméticos; los alimentos cocidos en las repisas superiores, bien tapados, y las frutas y verduras en compartimientos específicos separados del resto de la comida.
Rojas sugiere usar envases de vidrio o plástico libre de BPA, etiquetar los alimentos con fecha de preparación y aplicar el método FIFO ( first in, first out ), para que lo que entra primero, se consuma primero.
Temperatura y limpieza frecuentes
De acuerdo con el especialista, el refrigerador debe mantenerse entre 0°C y 4°C , mientras que el congelador debe estar a -18°C o menos. “Esto evitará que los productos ingresen en la llamada “ zona de peligro ”, que es entre 5°C y 60°C, rango de temperatura en el que las bacterias se multiplican rápidamente”, explica.
Por otro lado, también recuerda la importancia de una buena limpieza del refrigerador: al menos una vez por semana. » Lo ideal es hacerlo con agua tibia y bicarbonato o vinagre. Para desinfectar se puede usar agua fría con cloro (5ml por litro). Obviamente, debe desenchufar el equipo, sacar todos los alimentos y desmontar repisas y gavetas», añade.
Además, sugiere evitar abrir el refrigerador innecesariamente, controlar el termostato y planificar el menú de la semana para reducir las mermas y aprovechar los productos antes de que venzan.
Para terminar, indica estar atento a señales de alerta como mal olor, cambio de color, textura viscosa, moho o sabores anormales que indican que el alimento ya no es seguro de consumir. “La desecación también es un signo de deterioro, ya que puede alterar la calidad del alimento, incluso si sigue estando frío”, concluye.