Bien sabemos que las palabras dicen, circulan, viajan, migran, cantan, bailan; con ellas se ama, se anhelan mejores tiempos para los seres humanos que nacen, estudian, trabajan y luchan por las más justas y nobles causas en bien de la Humanidad
En las palabras está buena parte de la historia humana. Ellas tienen historia, se han ido construyendo a través de los tiempos, a través del traspaso de las fronteras geográficas y culturales. Ancestrales comunidades y pueblos han sido gestores de sílabas, de vocablos, de conceptos, de significados.
Se ha dicho que antes de la existencia de las palabras las cosas no existían, porque existe lo que ellas nombran …, lo que ellas bautizan. Así lo señala el Premio Nobel de Literatura, el escritor mexicano Octavio Paz, también otros notables creadores.
Las palabras comunican, expresan ideas, sentimientos, construyen el sentido de la especie humana ¿ Qué seríamos sin ellas ? Diversas disciplinas científicas las estudian, se ocupan de ellas : fonología, filología, semántica, etimología, lingüística; todas ellas y otras dan los fundamentos que contribuyen finalmente al buen hablar.
Se habla como pensamos, y nuestra habla de cada día refleja la calidad y / o las condiciones de vida que cada cual tiene. El lenguaje vía las palabras es un acontecimiento histórico, social, cultural.
Los seres humanos por medio de nuestro vocabulario activo creamos, capturamos realidad. Otro pensador, escritor de nuestra América, el argentino Julio Cortázar, decía que al escribir él entraba en una contienda con las palabras, porque no siempre estaban las justas, las adecuadas. Pablo Neruda decía que las palabras son caprichosas, rebeldes.
Con los vocablos se construyen frases, axiomas, lemas, sentencias, dichos que luego de creados quedan establecidos como verdaderas leyes socio-culturales que se repiten secularmente. Un ejemplo es ‘ Quien nace chicharra muere cantando ‘. Necesidad hay de ir al pleno sentido de lo expresado popularmente. Lo primero es saber qué es una chicharra. Un insecto – la cigarra – que hace unas décadas solía abundar en nuestros campos. Por razón onomatopéyica, esto es, por el canto que hace da origen al verbo ‘ chicharrear ‘; también a la comestible carne requemada, el chicharrón. ¿ Por qué la chicharra muere o ha de morir cantando ? Repárese que el dicho señala que no sólo la chicharra, sino también cualquier otro ser ha de terminar sus días cantando, dice ‘ Quien nace…’ Entonces, ¿ Por qué morir y no vivir cantando ? ¡ Se nace para vivir !
El citado insecto que en la práctica ya no existe, pues la irracional aplicación de los mortíferos insecticidas en la agricultura – se habló de la ‘ docena maldita de plaguicidas ‘ – ha puesto fin a su vida, hasta el exterminio de la especie, también de otros millones de especies de la naturaleza, del mundo animal y vegetal que ya no existen más por la devastadora acción humana. Todavía no se comprende que somos, que coexistimos con todas las demás especies residentes en la Tierra.
A modo de conclusión : hemos de vivir con plena observancia de lo existente. Ser esencial y socialmente críticos de lo que vemos, se dice y se proclama como verdades absolutas. Hoy todo está en el campo del debate. Cuestionar es un elemental Derecho Humano, siempre sobre la base de la solvencia de los argumentos expresados por medio de las palabras.
Carlos Poblete Ávila,
Profesor de Estado.