Por estos tiempos actuales con mayor énfasis, grandes masas de ciudadanos participan en diversos países demandando derechos por años y por siglos conculcados, absolutamente negados por gobiernos representantes de las castas oligárquicas
Chile ha sido y es un brutal ejemplo de esa negación. País donde la educación, la salud, la vivienda no son derechos asegurados para su población, cuanto más son deficientes servicios. Misma situación sucede con el sistema previsional totalmente mercantilizado que proporciona miserables pensiones a los trabajadores. Es el país más privatizado del mundo y, por lo mismo, el más desigual.
La señalada realidad comenzó a ser vivamente cuestionada por millones de ciudadanos que principalmente desde el 18 de Octubre de 2019 ocuparon calles, plazas y avenidas del territorio en clara actitud de demandar justicia en los más diversos planos que tocan a la vida digna de los seres humanos. La represión del actual régimen como respuesta ha dejado un saldo de muertos, mutilados y centenares de prisioneros. Ninguna solución económica y social real a los millones de trabajadores, a mujeres y jóvenes estudiantes del país ha llegado desde el poder central. Dicha situación se ha agudizado con la pandemia que afecta a la población. La precariedad es el signo en la vida de las personas, por la inoperancia del gobierno y el fracaso del sistema que lo sustenta y su extremo formato-modelo neoliberal en aplicación.
En estos recientes días los ciudadanos concurrieron a las urnas para sufragar por Constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales. Fue una extensa jornada electoral en la que se eligió a dichos representantes. La elección de mayor significación política – obviamente sin restar importancia a las otras – ha sido la de Constituyentes porque éstos tendrán la responsabilidad de redactar la Nueva Constitución del país. Serán 155 ciudadanos que en el plazo máximo de un año crearán esa Carta, que reemplazará a la actual engendrada de forma antidemocrática en 1980 durante la dictadura.
Los resultados generales de los comicios auguran un mejor futuro para la gran mayoría de los ciudadanos. Los debates, las demandas han de seguir en pie en todos los ámbitos y territorios señalados, es también una clara y activa responsabilidad político-social de los millones de ciudadanos. Con mayor razón aún si se tiene en cuenta la cercana contienda para elegir al próximo Presidente de la República, al congreso y a consejeros regionales en el mes de noviembre del año en curso. La comunidad nacional debe abrirse paso por nuevos senderos hacia la plena democracia, la justicia social, la soberanía y el desarrollo.
La crítica actual situación política, social y económica del país, se ha dicho, no resiste más tiempo. Una frase instalada en la sociedad desde Octubre de 2019 por las grandes masas de ciudadanos en resueltas expresiones de rebelión popular ha cobrado hoy mayor certeza : ‘ La Dignidad se hará costumbre ‘ .