Con dos delanteros desde el inicio y un equipo más cohesionado, O’Higgins logró traer puntos valiosos desde La Calera
Aferrados a la consigna de no volver a perder y en medio de una pequeña crisis, los rancagüinos sacaron a relucir la entereza de un equipo dolido e impotente.
Pero hubo hechos y situaciones que marcaron la diferencia, que en el marcador solo fue de un gol, pero que en el trámite, distaron de lo que se venía haciendo. Apareció Buonanotte (más de 45 minutos para él y respondió con un gol). se corrigió el egoísmo exacerbado, le metieron mano al esquema y nadie pensó en en cerrar el partido antes de llevarse el triunfo en el bolsillo.
En cancha, O’Higgins sigue siendo frágil y da ventajas cuando tiene todo controlado, pues, con uno menos, La Calera pudo hacer más daño del que hizo. Sin embargo, la otrora oncena mezquina, en la Quinta Región dio la pelea con las herramientas que posee y se abrazó con éxito en el pasto sintético.
Al término del cotejo, un conspicuo y esbelto reportero local, preguntó si Ariel Zapata (ayudante técnico), seguiría dirigiendo la próxima semana. Incertidumbre no menor y ajustada plenamente a la realidad, porque O’Higgins regresa al triunfo, sin Azconzábal en banca (expulsado).
¿Coincidencia o no?, lo cierto es que con tan diametral escenario, reflejado en un serie de hechos y determinaciones ya descritas, no deja de ser relevante para el análisis.
Buen y sabroso triunfo, que sin duda va dedicado el sub campeón Panamericano, Antonio Díaz. “Medallista de plata, en este momento de eterno dolor, solo el fútbol, tu familia y los incondicionales que te aprecian, podrán guiarte hacia el camino del reencuentro”.