
Hemos vivido en el desprecio y la tristeza. Nunca dejamos de separar nuestras manos, pero muchas veces lloramos juntos porque no nos soportábamos. Fue un ida y venida, año tras año aguantando errores y malas conductas
No obstante, el “hilo rojo” que une a nuestro amor, es incombustible. Aún recuerdo pasajes de dolor absoluto, de desenfreno descarriado y de amarguras profundas. Pero acá estamos, seguimos juntos el camino que nosotros mismos elegimos.
Solo una vez me diste la dicha de ver las estrellas y llevarme al máximo de felicidad, alegría que nunca más volví a vivir. Es obvio, no te elegí por ser el mejor, opté por ti, por la pasión que te tengo. No me quedé aquí por tus logros, lujos ni victorias en la vida, me quedé porque me das la locura necesaria para continuar creyendo un futuro de esplendor.
¡Amor tóxico!, ¿nos ilusionamos?. Es la pregunta que muchos están pensando y no saben con quién resolver. La “Celeste”, si quiere, porque puede, atraparía el segundo lugar del torneo nacional, si logra llevarse la victoria.
Un hecho que para la mayoría de los futboleros es pasajero y superfluo, pero para los que llevamos la camiseta enquistada en el corazón, se transformaría en una jornada más relevante que el propio “18” de septiembre.
Estoy seguro que los amantes del equipo, sin importar el número, repletarán con sus almas el sector norte del estadio. Estoy seguro que las familias pasarán por alto el almuerzo, para llegar corriendo al inhóspito recinto de La Cisterna. Estoy seguro que las voces hirvientes, serán aliciente en un sábado que puede devolvernos a temporadas históricas.
A veces, el amor no siempre te da recompensas. Más bien es una batalla constante en cuyos ingredientes se encuentran la razón, la responsabilidad y el perdón, pero lo que jamás debe perderse, es la convicción.
Esta oportunidad es única e inmejorable. Vayamos con la misma humildad que nos caracteriza, pero con el hambre de un depredador.
¡A ganar muchachos!, y en la vuelta a Rancagua, te espero en la misma esquina para seguir queriéndote hasta debajo del agua.