En este mes de la no violencia contra las mujeres, debemos abordar las dimensiones más ocultas de ella, las más comunes, las invisibles
Sensibilizar y humanizar el parto es un desafío. El 56,4% de las mujeres (OVO Chile) señala haber sido criticada o reprimida por expresar dolor y emociones al momento del parto, siendo más de la mitad de las mujeres chilenas víctimas de violencia obstétrica.
¿Qué es la violencia obstétrica? Son las burlas, mal trato, insultos y abandono de la mujer durante su parto. Según la OMS, es la violencia ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto y puerperio.
Durante el trabajo de parto, las mujeres podemos experimentar sentimientos de miedo, angustia e inseguridad que se debe, principalmente, a la falta de información respecto a lo que vendrá. Nos sentimos vulnerables desde que entramos al centro médico.
La violencia obstétrica está normalizada. El momento de parir determina la vida de las mujeres que deciden ser madres por lo que este tipo de violencia también debe ser erradicada.
El conocer esta realidad debe movilizarnos a educar e informar a las mujeres respecto de nuestros derechos frente a la atención de salud reproductiva con el objeto de tener un parto consciente y respetado.