Se conocieron hace tres décadas atrás en la Universidad Andrés Bello, cuando ambas soñaban con ser abogadas. Desde esa fecha construyeron una sólida amistad, que incluso las llevó juntas hasta Renovación Nacional
Eligieron el servicio público para expresar su amor por Chile y propender al desarrollo del país que tanto quieren. Una fue intendenta y ministra vocera; la otra Seremi del Trabajo y gobernadora.
Cecilia Pérez e Ivonne Mangelsdorff (consejera constitucional por O’Higgins), recorren hoy los pasillos del ex Congreso Nacional, donde por estos días se escribe la nueva Carta Magna.
Ellas sin duda alguna, no pasan desapercibidas. Visten abrigo rojo ceñido al cuerpo y sus voces de alto tonelaje, se escuchan en los pasillos.
«La Cecilia aceptó ser mi asesora legistiva, solo por el estrecho lazo que nos une», dice Ivonne, mientras bebe su tradicional café vainilla.
La ex ministra y actual vicepresidenta de Universidad de Chile, observa desde lejos, al tiempo que conversa con «viejos» amigos de la política nacional.
«Esta primera semana de trabajo, ha sido muy provechosa. Se respira un ambiente de respeto y voluntad. Los consejeros y consejeras, tenemos la obligación de llegar a acuerdos para redactar el mejor texto. Y en este escenario, para mí, el apoyo y respaldo de Cecilia, es fundamental. Pocas mujeres, tienen tanta experiencia como ella, así que estoy muy agradecida de mi amiga», sentencia Mangelsdorff.
En el cierre, la consejera comenta que algunos de sus pares ya le han hecho bromas, «por la dupla que formamos. Varios nos dicen las «Chicas Súper Poderosas», jajaja».